Rolls-Royce cierra 2022 con un récord histórico en ventas
Los registros de la firma británica crecieron en casi todas las regiones en las que opera
Rolls-Royce ha cerrado por segundo año consecutivo su mejor ejercicio en ventas. En 2022, la firma de lujo británica logró su mejor resultado en ventas en 118 años de historia.
La firma comercializó 6.021 vehículos en todo el mundo, un incremento del 7,8% en tasa interanual. Se trata de la primera vez en su historia que la automovilística de lujo supera la cifra de 6.000 unidades comercializadas en un periodo de 12 meses. En 2022, Rolls-Royce logró un crecimiento de las ventas en casi todas las regiones (Oriente Medio, Asia-Pacífico, EEUU y Europa). A pesar de los serios desafíos geopolíticos que afectan a Europa, la región creció en general con ventas récord en varios mercados, incluidos el Reino Unido y Alemania.
Más importante que el volumen por sí solo, el valor de las comisiones Bespoke de los clientes fue más alto que nunca. Las casi infinitas posibilidades de personalización a medida dieron como resultado que los clientes estuvieran dispuestos a pagar una media de 500.000 euros por su exclusivo Rolls-Royce.
El consejero delegado de RollsRoyce Motors, Torsten MüllerÖtvös, ha reconocido que “gracias a nuestra estrategia de ventas mundial equilibrada, somos cautelosamente optimistas de que 2023 será un año fuerte para Rolls-Royce”. Por modelos, el banco de pedidos anticipados de Rolls-Royce Spectre, el primer súper coupé eléctrico de ultra lujo del mundo, ha superado las expectativas más ambiciosas de la compañía. Las primeras entregas a clientes se realizarán en el cuarto trimestre de 2023, el primer paso de la marca hacia la fabricación de automóviles totalmente eléctricos para fines de 2030.
La demanda de todos los modelos Rolls-Royce actuales sigue siendo excepcionalmente fuerte, con pedidos anticipados garantizados hasta bien entrado 2023. En 2022, Cullinan consolidó su posición como el Rolls-Royce más solicitado, mientras que Ghost fue el modelo más vendido de la marca en la región de Asia-Pacífico. Black Badge, el alter ego más rebelde de RollsRoyce, ha experimentado un crecimiento extraordinario.