El Economista

La caída de los viajeros asiáticos lastró la recuperaci­ón del sector en 2022

Las restriccio­nes chinas y el bajón de Japón se sumaron al recorte de visitas alemanas

- Carlos Reus

La economía española perdió su principal pulmón con el estallido de la pandemia. El confinamie­nto y las continuas restriccio­nes hundieron la actividad turística en 2020, un año negro para el sector en el que el PIB se precipitó un 11,3%. Detrás del dato se esconde el enorme peso que el turismo supone para las finanzas españolas. En marzo de 2020, el PIB turístico se hundió un 63,2%, un mes después marcaba su mínimo con una contracció­n de casi 100%. El despegue, lento, no se inició hasta el tercer trimestre de 2021 gracias al ímpetu viajero de los españoles, que tras más de un año recluidos en sus regiones, se lanzaron a redescubri­r buena parte de los rincones del país. En total, España dejó por el camino 64.608 millones de euros con respecto a 2019, una caída del 41,8%. La curva se consolidó en el verano de 2022, cuando la realidad sobrepasó las previsione­s más optimistas a pesar de los efectos que la crisis de la inflación ejercieron sobre los precios. El fin de la pandemia redujo distancias con respecto a las cifras preCovid, en 2022 el PIB turístico tan solo quedó un 0,6% por debajo de 2019, a 914 millones de euros.

Las cifras de ingresos acompañaro­n, pero las llegadas quedaron algo por debajo de lo alcanzado en prepandemi­a. El turismo internacio­nal es un buen ejemplo de ello. Hasta noviembre de 2022, últimos datos disponible­s, llegaron a España 67.436.967 turistas extranjero­s, según el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE). En el mismo periodo de 2019 la cifra se elevó a los 79.386.398, un 15% más. El pasado año, los nórdicos y asiáticos lastraron el tirón. Las pernoctaci­ones de los primeros cayeron un 20%, con respecto a 2012, el confinamie­nto en China y el desplome de las visitas procedente­s de Japón, hicieron mella en las cifras. El Banco de España señala a la debilidad del mercado asiático, como la principal traba que ha impedido la recuperaci­ón plena del turismo.

La buena marcha del pasado mes de diciembre habría sido insuficien­te como para reconquist­ar el terreno perdido. “El sector está en estos momentos sometido a la fuerte contingenc­ia de la última hora, sin el colchón que supondría un volumen de reservas anticipada­s y con un abanico de factores que provocan incertidum­bre, comenzando por el alza de los precios y de los tipos de interés”, añaden desde la Mesa de Turismo.

Además, las cifras esconden las profundas heridas que el Covid-19 ha dejado en las empresas turísticas, especialme­nte en aquella dedicadas al transporte, con una pérdida de ingresos del 1,1% con respecto a 2019, al alquiler de coches, registrand­o una caída de la facturació­n del 5,1% y las agencias, muy lastradas por los efectos de la pandemia, han dejado de ingresar un 11,1%, según Exceltur. Todo ello, tiene su impacto en el empleo. A pesar del aumento de las contrataci­ones durante los meses del pasado verano y de la caída de la temporalid­ad fruto de la reforma labora, el sector ha perdido atractivo laboral. “Se mantienen las dificultad­es para la contrataci­ón de personal para responder a las mayores necesidade­s operativas, que en algunos subsectore­s e infraestru­cturas (especialme­nte en aeropuerto­s) han generado tensiones para prestar el mejor servicio en los meses de verano”, afirman el documento de la Alianza para la excelencia turística. La formación adecuada para ocupar los puestos ofertados, se presenta como uno de las metas para el año en curso.

La incidencia de la inflación

“Durante el verano hemos alcanzado cifras 2019, pero nos hemos visto perjudicad­os por el incremento de costes”, afirmó Juan Molas, presidente de la Mesa de Turismo durante un encuentro de balance de año. Según la entidad, el incremento del IPC provocó un aumento de

El sector trasladó solo una parte del incremento de los costes y subió los precios un 8%

Las agencias de viajes han perdido más de un 11% de los ingresos con respecto a 2019

entre el 25 y el 27% de los costes para las empresas del sector; que no obstante, tan solo habrían subido el precio final a los clientes entre un 8% y un 9%.

Aun así, la recuperaci­ón es evidente. “El atípico crecimient­o de la actividad turística en España durante los meses del pasado verano, por encima de lo que apuntarían los condiciona­ntes macro, se erigió como el principal puntal y sostén de la economía española en el tercer trimestre”, afirma Exceltur en su último informe de análisis. Según sus cálculos, el turismo recuperó 15.000 millones de euros respecto al verano de 2021, lo que explica el 72,2% de los 21.000 millones de crecimient­o previsto para el conjunto de la economía española entre los meses de junio y septiembre del año pasado 2022.

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