El Economista

Solo Bankinter cotiza sobre el valor en libros

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Bankinter es la única gran entidad española que cotiza sobre el valor en libros. En concreto, las acciones del banco que encabeza Dancausa valen en el mercado 6,48 euros y el valor en libros por acción es de 5,46 euros. El resto de los bancos del Ibex 35 lo hacen por debajo de este indicador. El que más se acerca es BBVA, cuyas acciones están en el parqué al 85% del valor contable; seguido de CaixaBank, que se sitúa en el margen del 75%. A continuaci­ón se coloca Banco Santander, con un 60% –a la espera de próximas recompras de acciones y un aumento del payout–. La última posición la comparten Sabadell y Unicaja que, pese a los movimiento­s de los últimos días, siguen en el entorno del 50%. En concreto, la entidad catalana cotiza a 1,14 y su valor contable es de 2,34, mientras que la andaluza tiene un valor en el parqué de 1,13 frente a los 2,45 en libros. al 43,2%), Sabadell (del 55,33% al 45,12%) y en Bankinter (del 45,99% al 44,05%), mientras CaixaBank pasa del 57,7% al 51,9% y en Unicaja mengua desde el 61,8% al 54,4% con el ahorro de costes derivado de la adaptación de estructura­s y plantillas tras sus fusiones, y cuyos gastos penalizaro­n previament­e la tasa.

Un gran motor de la cuenta es un margen de intereses que despega un 18,95% y alcanza los 71.082 millones en el nuevo escenario de tipos al alza, junto al incremento del 10,40% experiment­ado en las comisiones con la buena marcha del negocio y el dinamismo y contrataci­ón de productos y servicios generadore­s de estos ingresos como seguros, fondos de inversión o el uso de las tarjetas bancarias -suman 23.773 millones a la cuenta-.

Los tipos se notarán este año

El fin a los tipos negativos que la banca ha soportado en la última década permitió enderezar, de hecho, un margen financiero comprimido o, incluso, negativo. Su avance es fruto de la repreciaci­ón de los intereses en los créditos variables en balance y, según los bancos, sobre todo, de la nueva producción y la concesión de préstamos. El Banco Central Europeo (BCE) puso fin en julio a los tipos negativos, con una primera alza que escaló durante el año hasta llevar el precio del dinero al 2,50% (esta semana lo aupó al 3%, y anunció aumentos ulteriores para encauzar la desbordada inflación). En paralelo, el euríbor remontó desde el 0,502% al 3,018%, con la consiguien­te repreciaci­ón de las carteras financiada­s. No obstante, el proceso es paulatino y la banca no verá íntegramen­te trasladado su avance al margen financiero hasta que se acomoden

Las entidades deberán empezar a pagar el impuesto que supondrá más de 1.000 millones

todas las operacione­s a los nuevos indicadore­s, de forma que su tracción seguirá en 2023. El impulso de este vector ha sido superior en geografías como Brasil, México, EEUU o Turquía, donde la autoridad monetaria ha aplicado medidas de alzas de tipos más agresivas, pero se espera mayor efecto en la eurozona durante 2023 precisamen­te porque el BCE iría con dilación.

En favor de las cuentas ha corrido además la caída continua de la morosidad. El conjunto de los cotizados bajaron su ratio desde el 3,38% al 3,03%, una cota que la industria no veía desde el año 2008. Sin embargo, las entidades han tenido que encajar en provisione­s o capital el empeoramie­nto del escenario macroeconó­mico conforme a las reglas de la Autoridad Bancaria Europea.

De cara a 2023 las entidades son, sin embargo, cautas y esperan un deterioro por la presión que ejerce la subida de precios sobre la cesta de la compra y los servicios básicos, el encarecimi­ento de la financiaci­ón junto al freno económico. Han minimizado, en cambio, el impacto del euríbor en hipotecas porque entre el 50% y 80% de los préstamos firmados en los últimos cinco años se contrataro­n a tipos fijos y el grueso de los variables son antiguos y verán aumentos limitados en las cuotas. Frente a la denuncia política y desde filas del Gobierno de que ganan mucho, los banqueros han pedido mirar el impacto final de la subida de tipos y eso provocará mora.

En los próximos días -con cargo a los resultados del primer trimestre de 2023- la banca deberá pagar el nuevo impuesto. CaixaBank será la que más pague, 400 millones; BBVA y Santander afrontarán cada una el pago de 225 millones; Sabadell hará lo propio con 170 millones, y Bankinter, entre 80 y 100. Unicaja también tendrá que pagar, pero no ha confirmado la cuantía.

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