Renfe y CAF modifican su acuerdo por los trenes a Cantabria
Los Cercanías del fabricante no caben en los túneles y deben rediseñarse
Situación insólita en un encargo de material rodante por parte de Renfe. El operador se ha visto obligado a llegar a un nuevo acuerdo con CAF para modificar los Cercanías que iban a sustituir a los trenes FEVE que circulan principalmente por Cantabria, aunque también por otras comunidades como Asturias, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia. El error de planificación se debe a sus dimensiones, pues impiden el paso por los túneles de la comunidad cántabra.
Las partes implicadas, junto a Adif y la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF), han llegado a un pacto para desatascar el problema con los gálibos de estos trenes de ancho métrico. La adjudicación se llevó a cabo en el año 2020, cuando se fijó un plazo de ejecución de 220 meses, en los que se incluía el mantenimiento de algunas unidades, además de la fabricación. El contrato estaba valorado en 258 millones de euros.
Según Europa Press, todavía ninguna de las partes ha confirmado el plazo de tiempo que conllevará solventar este problema, pero en el sector se estima que la construcción de los trenes que todavía no se han podido fabricar se demorará aproximadamente tres años. Y no solo eso, todavía falta arreglar algunos trámites para que la solución pactada pueda llevarse a cabo de manera efectiva.
Para deshacer el entuerto, la AESF debe dar el visto bueno a la aplicación del método que se llevará a cabo para desarrollar los nuevos trenes. Esta fórmula consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como referencia para los nuevos que servirán como sustitutos.
Acuerdo con el ICO
En otro orden de cosas, Renfe ha anunciado este viernes un acuerdo de financiación con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 350 millones de euros. Este dinero llegará con fondos procedentes del Banco Europeo de Inversiones (BEI) e irá dirigido a la compra de trenes de gran capacidad para la red de cercanías.
En concreto, la financiación irá destinada al contrato que el operador adjudicó al fabricante francés Alstom y al suizo Stadler para fabricar un máximo de 280 trenes
por 3.119 millones de euros, el mayor de su historia. El resto de la financiación procederá de los fondos propios de Renfe o, en caso necesario, de otras líneas de crédito. Los trenes se encuentran ya en proceso de fabricación por parte de las compañías adjudicatarias (201 por parte de Alstom y 79 por parte de Stadler). Renfe, por su parte, espera empezar a recibir las primeras unidades en 2024.
Los nuevos trenes, que serán accesibles para personas con movilidad reducida, tendrán una capacidad de al menos 900 plazas cada uno de ellos, un 20% más que los actuales Civia. Estos trenes también minimizarán el tiempo de bajada y subida de viajeros con la incorporación de más puertas.