Rusia teme que el embargo al crudo altere los mercados
Putin produjo 276 millones de toneladas de crudo el año pasado
Rusia advirtió la pasada semana de que el embargo de la Unión Europea (UE) a las importaciones de derivados de crudo rusos, que entrará en vigor el próximo domingo, alterará aún más los mercados mundiales de hidrocarburos, aunque aseguró que, al menos de momento, no tiene previsto recortar la producción de sus refinerías. Así lo advirtió el Kremlin como uno de los temores rusos.
“Esto (el embargo) conducirá a un mayor desequilibrio de los mercados energéticos globales. Nosotros, naturalmente adoptamos medidas para cubrir nuestros intereses de los riegos que surgen”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Mantienen la producción
Poco antes, el ministro de Energía de Rusia, Nikolái Shulguínov, también había afirmado que, de momento, no ve “fundamentos para considerar que disminuirán bruscamente el refinado y la producción de derivados de petróleo” y mantendrán la producción.
El titular energético ruso, Shulguínov aseguró, además, que las autoridades rusas tampoco contemplan cambios en el plan de reparaciones de las refinerías del país debido al embargo comunitario, adoptado en el marco de las sanciones a Rusia por su “campaña militar” en Ucrania.
“Todo lo que se refiere a las reparaciones se programa con antelación, incluido los suministros de repuestos, por lo que por ahora no planeamos cambios”, señaló Shulguínov.
En 2022 Rusia produjo 276 millones toneladas de derivados de crudo, un 3,5% menos que el año anterior, según la agencia federal rusa de estadísticas, Rosstat.
En particular, la producción de gasolina aumentó en un 3,6 % y fue de 42,3 millones de toneladas, mientras que la de diésel creció un 5,4% y totalizó 84,7 millones de toneladas.