Injustos ataques a la distribución
El Banco de España demuestra que, lejos de beneficiarse, la distribución también sufre la alta inflación alimentaria
En los últimos meses el Gobierno, especialmente el ala de Podemos, ha atacado con virulencia al sector de la distribución por beneficiarse de los altos precios de la alimentación para aumentar sus ganancias. De hecho, acusa a los supermercados de engordar sus márgenes, impulsando con ello el IPC de la cesta de la compra a más del 15%. Una tesis que el Banco de España se encarga de desmontar con rotundidad a raíz de una encuesta en la que han participado cerca de 14.500 sociedades del sector. Los resultados del sondeo dejan claro que, lejos de sacar partido de la inflación, la distribución ha sufrido un deterioro de sus márgenes que arrancó ya en el segundo trimestre del pasado año y que se está agudizando en el inicio del presente ejercicio. Es más, el estudio indica que la comprensión de la rentabilidad es aún mayor en aquellos productos en los que más han crecido los costes energéticos. Un escenario que está afectando negativamente a la actividad del 81% de las empresas y que tira por tierra los argumentos a los que ha recurrido Podemos en su objetivo de imponer un impuestazo a los supermercados, al estilo del que ya sufren los bancos y las energéticas. Una tasa felizmente aparcada por el Gobierno, que habría sido una auténtica barbaridad, ya que hubiera obligado al sector a trabajar a pérdidas, siendo por ello contraproducente con el fin buscado de abaratar la cesta de la compra. El Banco de España, por tanto, desmiente las críticas populistas de parte del Gobierno contra un sector que trabaja con unos márgenes reducidos, en el entorno del 3%, y que desde luego no tiene la culpa de un encarecimiento de los alimentos, cuya responsabilidad hay que buscarla en el encarecimiento de las materias primas y la baja producción agrícola.