LAS COSAS NO VAN BIEN
La situación económica y social de España no está para tirar cohetes, como hace Sánchez
Pedro Sánchez dijo la semana pasada que “España exporta soluciones”, pero la renta disponible en nuestro país es hoy más baja que en 2019. Es lo que nos ha dicho la OCDE para el tercer trimestre de 2022. En el conjunto de la OCDE, la renta disponible en comparación con la de finales de 2019 mostró una mejoría del 1,87%, con Polonia (7,16%) y Eslovenia (6,53%) con los mejores datos.
Siempre según la OCDE, otros países de nuestro entorno han superado la situación con mayor equilibrio. Italia, que junto a España fue uno de los estados que más sufrió la pandemia, ha aumentado en casi seis puntos porcentuales su renta disponible respecto al segundo trimestre de
2020, y Alemania, con una dependencia del gas ruso de casi el 100%, ha visto una mejora de casi un punto desde la invasión a Ucrania.
Según nos ha recordado el economista Javier Santacruz:
“El punto de partida del análisis es el descalabro económico que para nuestro país supuso la pandemia en 2020. España y Reino Unido fueron los países de la órbita europea que sufrieron una mayor caída de su PIB, concretamente un 11,3% el primero y un 11% el segundo. En cambio, en ese mismo año, la actividad económica promedio de la UE27 bajó un 5,7% y la de la eurozona, un 6,1%”.
En España hubo un rebote económico en 2021 hasta el verano de 2022, pero hoy todavía no se ha conseguido recuperar el nivel de PIB previo a la pandemia (faltan 0,2 puntos para igualar el nivel de PIB del cuarto trimestre de 2019). Y, en esto, España vuelve a destacarse en negativo con respecto a sus socios europeos, ya que todos los países cuentan al cierre de 2022 con niveles de actividad económica superiores al último periodo normal (diciembre de 2019).
Es verdad que a finales de 2022 el número de personas afiliadas a la Seguridad Social superó por primera vez los 20 millones. Sin embargo, más contratos y más afiliados no se han traducido en más trabajo real. Con respecto al cuarto trimestre de 2019, quedan todavía por recuperar una media de 4,7 millones de horas de trabajo semanales. Ello se debe al enorme crecimiento del trabajo a tiempo parcial. En efecto, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2022, el número de empleados que trabajan menos de media jornada al día se incrementó en 833.000 personas.
En palabras de Santacruz, “sería mucho peor tener un 2023 de caídas significativas de la actividad que un año donde, a lo sumo, se pueda crecer un 1%. Menos da una piedra, que diría el castizo. En esa afirmación podrían sentirse cómodas amplias capas de la sociedad española cuyas rentas sí han sido actualizadas por el IPC. Pero en ningún caso deberíamos conformarnos con un desempeño tan mediocre en medio de todas las incertidumbres geopolíticas y en un año con doble cita electoral”.
En resumen, bien puede asegurarse que la situación económica y social de España no está para tirar los cohetes que lanza al aire el presidente del Gobierno.