Berlín y La Haya muestran reticencias sobre flexibilizar las reglas fiscales
Los Veintisiete coinciden en una supervisión macroeconómica “más dinámica”
La reforma de las reglas fiscales de la UE vuelve al centro del debate de los ministros de Economía de la UE. Y si bien el debate entre los Estados miembros se encuentra, todavía en un estadio inicial, ya se reconocen puntos de controversia entre los países, y se atisban algunas posturas más confluyentes. Por lo pronto, Alemania y Países Bajos mostraron ayer sus reticencias a la propuesta realizada por la Comisión Europea y piden concreción sobre cómo se diseñarán las sendas de reducción de deuda nacionales.
A su entrada al encuentro el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, señaló que el debate aún está en sus inicios, pero para Berlín “es esencial que volvamos tan pronto como sea posible a unas finanzas públicas sostenibles”. Así, Lindner puso sobre la mesa que “necesitamos una senda creíble y fiable para reducir las ratios de deuda y de déficit en la UE”.
“Estamos abiertos para más flexibilidad en la perspectiva a medio plazo, pero necesitamos una senda realista de reducción y bajada de déficits en la UE”, agregó el titular de Finanzas alemán, que justificó que “tenemos que lidiar con altos niveles de deuda tras la pandemia y la guerra energética de Rusia”.
Una postura que comparte Países Bajos, que defiende que se establezcan métricas claras y que el sistema debe contar con “transparencia” y “supervisión”. Recogió el mensaje el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, al señalar en rueda de prensa que el debate primordial radica en la divergencia, o más bien el difícil equilibrio, entre que los países establezcan una senda de ajuste fiscal específica propia y “asegurar un trato igualitario para todos los Estados miembros”, por un lado, y “asegurar la predictibilidad y la transparencia”.
Una idea en la carta presentada por la presidencia de la UE, en manos de Suecia, a los Estados miembros para encaminar la conversación de ayer, y cuyo contenido adelantó elEconomista. En el escrito tildó de “esencial” que esa senda de ajuste fiscal se sustente “en el compromiso de las autoridades nacionales”.
La Comisión Europea subrayó en sus orientaciones de noviembre que establecerá sendas de referencia para cada Estado miembro “basadas en una metodología común”, recodó comisario letón. En un paso más, detalló que las discusiones sobre cómo se realizará “ese análisis de la sostenibilidad de la deuda” se están volviendo más “técnicas”.
Dombrovskis puso sobre la mesa que hay señales para un amplio consenso en algunos principios básicos de la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como “una supervisión macroeconómica más dinámica que permita detectar mejor los desequilibrios incipientes” antes de que se agraven. Además, apuntó al consenso hacia “un enfoque a medio plazo basado en los planes fiscales estructurales de los
Bruselas presentará su propuesta legislativa tras la Cumbre de líderes de la UE de marzo
Estados miembros”, en línea con los pilares establecidos en el escrito de la presidencia sueca, así como un “mejor reflejo de los retos financieros públicos específicos de cada país en el diseño de estos planes”. La discusión continuará en las próximas semanas en aras de un consenso a tiempo para la Cumbre de líderes de la Unión Europea del próximo marzo.