Los maquinistas de Renfe toman los mandos más allá de Perpignan
Hasta ahora, ningún maquinista de la compañía española había conducido un tren más allá de Perpignan y será su primera operación internacional en solitario
Esta semana hace un año que la compañía ferroviaria nacional francesa SNCF anunció por sorpresa que ponía fin a su empresa conjunta con Renfe para operar trenes de alta velocidad transfronterizos. Una vez conseguidos todos los permisos para poder operar en España con Ouigo, SNCF solo ha mantenido su apuesta transnacional en solitario por la línea que une Barcelona y París, pero Renfe también desea participar de la liberalización del mercado ferroviario francés y está ultimando las pruebas técnicas para recuperar antes de verano las rutas Madrid-Barcelona-Marsella y Barcelona-Lyon, que hasta el 10 de diciembre operaba en cooperación con el operador galo.
Será casi una década después del estreno de Renfe-SNCF en Cooperación, que debutó en diciembre de 2013, y con los mismos horarios y trenes que hasta hace unos meses, pero con la diferencia de que ahora serán las primeras rutas internacionales que opera Renfe en solitario, ya que sus otros proyectos internacionales en marcha son en alianza con más socios y con personal local, como el Ave de Arabia o las operativas de la checa Leo Express, de la que Renfe adquirió el 50% en 2021.
De hecho, hasta ahora ningún maquinista de Renfe ha conducido un tren español más allá de Perpignan. Maticemos, ninguno en servicio comercial, ya que desde el 16 de enero hay tres maquinistas que están realizando rutas con el tren vacío, denominadas marchas en blanco, para familiarizarse con 400 kilómetros de recorrido nuevo para ellos hasta Marsella y Lyon, de los que la mitad discurren por vías de alta velocidad y la otra mitad por vías de la red convencional, lo que incluye estaciones sin parada y más de 100 pasos a nivel.
Estos tres maquinistas serán los encargados de formar al resto, hasta un total de 25, que Renfe destinará a los recorridos entre España y Francia. Conducirán 10 de los trenes que inauguraron el primer AVE español, entre Madrid y Sevilla en 1992, si bien se renovaron por completo hace diez años con una inversión de 40 millones de euros para permitir su operativa en Francia en cooperación con SNCF. Así, estos convoyes serán pioneros en dos ocasiones en su vida útil.
Uno de los tres maquinistas precursores es el catalán Ricard Codina, un enamorado del ferrocarril que con 18 años ya obtuvo la licencia, y que durante su formación para conducir los trenes españoles en Francia ha cumplido su sueño de entrar en París a los mandos de un tren, en aquel caso de SNCF, aunque le encantaría repetirlo como maquinista de Renfe. Su primer trayecto internacional hasta Perpignan fue en abril de 2022, cuando SNCF ya había anunciado su ruptura de la alianza con Renfe, y antes había trabajado siete años en Rodalies.
Ahora, su labor como formador de los nuevos maquinistas incluye desde las especificidades físicas del trayecto a los sistemas de señalización y seguridad, que son distintos a los españoles tanto en la red convencional como en la de alta velocidad. Las diferencias abarcan hasta algo tan básico como la dirección de las vías, por las que se conduce en sentido contrario al que se circula en España.
Asimismo, entre los 21 interventores que se encargarán de revisar los billetes y atender a los viajeros en las nuevas rutas de Renfe en Francia figura Antonio Gonzalo, con 40 años de trayectoria en la compañía y que fue técnico de mantenimiento en la inauguración del AVE entre Madrid y Barcelona, que este 20 de febrero cumple su 15 aniversario, y también formó parte del primer viaje entre París y Barcelona en cooperación con SNCF, en diciembre de 2013.
Rentabilidad “a corto plazo”
Renfe confía en hacer rentables las rutas a Lyon y Marsella “a corto plazo”, lo que abarca un horizonte de hasta tres años, pero su objetivo estrella es competir con SNCF en la línea entre Barcelona y París, para la que prevé dedicar trenes nuevos actualmente en proceso de homologación, los 106 de Talgo. Con ellos podrá pasar de ofrecer las 346 plazas de los Alstom S-100 F a un total de 500 asientos, ganando eficiencia.
La cumbre hispanofrancesa que tuvo lugar en Barcelona el 19 de enero incluyó entre sus compromisos el de que los trenes de alta velocidad españoles puedan circular hasta París antes de que termine el año, ampliando los permisos de seguridad que ahora solo abarcan hasta Lyon, pues el gobierno francés concede las autorizaciones por líneas, y no para el total de la red.
En cualquier caso, Renfe está interesada en todas las licitaciones que se están abriendo a nivel internacional, tanto de alta velocidad como de servicio público -regionales y Cercanías- dentro de los objetivos de su plan estratégico de que el 10% de los ingresos de la compañía procedan de mercados internacionales en 2028. Y Francia no es una excepción, pese a las múltiples trabas administrativas que el operador español critica que se está encontrando en territorio galo.
De momento, Renfe ha solicitado al Gobierno el visto bueno para una sucursal en Francia, y justo ayer lo recibió para crear una filial para sus proyectos internacionales.
Debutará antes de verano con trenes renovados de los que estrenaron el AVE en 1992
Su objetivo estrella es competir en la línea entre Barcelona y París con nuevos trenes