Valencia pone trabas a la aceleradora de Juan Roig
Lanzadera se plantea renunciar al espacio para su ampliación
Los planes de crecimiento de Marina de Empresas y su aceleradora Lanzadera, la iniciativa de Juan Roig para apoyar a los emprendedores, están en el aire por la falta de avances en la cesión del espacio prometido por el alcalde de Valencia, Joan Ribó, el pasado verano.
La aceleradora de empresas que financia el presidente de Mercadona había llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento para ampliar sus instalaciones ubicadas en plena marina de la ciudad ante el constante aumento de las startups que acoge. Para ello, el consistorio anunció la cesión de uno de los antiguos tinglados portuarios conservados en esa zona, en concreto el Tinglado 4, con cerca de 11.500 metros cuadrados.
Sin embargo, fuentes de Marina de Empresas aseguran que en estos meses no se han producido avances debido a las trabas municipales, ya que no se les garantiza ni la superficie prometida inicialmente ni se les autoriza las adecuaciones necesarias para albergar a las startups. Incluso hablan de “falta de interés” por crear un polo de emprendimiento e innovación en esa zona por parte del gobierno de Joan Ribó formado por Compromís y los socialistas.
La tensión entre Marina de Empresas y el Ayuntamiento por los retrasos se ha hecho pública precisamente después de que el consistorio de Barcelona invitase al director general, Javier Jiménez, a una visita institucional en la que se han ofrecido espacios a la aceleradora de Juan Roig. Unas ubicaciones que según la entidad ofrecen mejores condiciones que las valencianas, con concesiones a 25 años en inmuebles ya reformados y sin necesidad de inversión. Desde Marina de Empresas, que ya tiene una oficina en Barcelona para captar emprendedores, agradecen la oferta catalana, pero aseguran que su proyecto ha nacido y está vinculado a Valencia y no se plantea trasladar su polo para atraer talento e innovación empresarial.