La cúpula de Efe cobró un bonus ligado a objetivos sin saber aún los resultados
El Tribunal de Cuentas dice que incumplió la ley en 2020, cuando pidió 243,8 millones a la Sepi Detecta irregularidades en las retribucciones y uso de tarjetas sin autorización en la agencia
La cúpula directiva de la agencia Efe repartió un bonus variable ligado a objetivos en 2020 sin saber si estos se habían alcanzado y a pesar de que ese año acabó cerrando con pérdidas de 8,9 millones y tuvo que pedir 244 millones a la Sepi. En un informe sobre los estados financieros de ese año, el Tribunal de Cuentas detalla que tanto en 2019 como en 2020 se repartieron los importes máximos establecidos destacando que “cuando se liquidó el complemento variable del ejercicio 2020 no se podía conocer el resultado del cumplimiento de los objetivos de dicho ejercicio”, por lo que se incumplía el requisito marcado por el Real Decreto 451/2012 que regula el régimen retributivo de los máximos responsables y directivos del sector público empresarial.
Según esta legislación “la retribución básica se fijará por el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas en función del grupo en que se sitúe la entidad”. En el caso de Efe, los altos directivos recibían una retribución básica de 80.000 euros, “más los porcentajes de incremento correspondientes a los ejercicios 2018 y 2020”.
Pero no solo es eso. El Tribunal de Cuentas alerta además de que la situación de la Agencia Efe en ese ejercicio era muy complicada, con un fondo de maniobra negativo de 18,9 millones de euros y acumulando pérdidas desde 2010. “La empresa viene arrastrando un alto volumen de endeudamiento, que se ha convertido en estructural, y equilibrando sus distintas fuentes de financiación acudiendo al mercado Inter-Sepi”, asegura el Tribunal. El mecanismo de la agencia era el mismo, pedía préstamos a corto plazo que eran “amortizados mediante la solicitud de otro de mayor o similar importe”.
Así, durante el ejercicio 2020, Efe acudió al mercado Inter-Sepi “en siete disposiciones por un importe total de 243,8 millones de euros”. No obstante, la agencia no ha devuelto todos los préstamos y a cierre de 2020 todavía tenía una deuda con el mercado Inter-Sepi que rondaba los 20 millones de euros.
Irregularidades
En el informe de fiscalización se han detectado, no obstante, muchas más anomalías e irregularidades en las remuneraciones de la alta direcdrá
ción. Así, el Tribunal de Cuentas concluye, por ejemplo, que “en las retribuciones correspondientes al contrato de alta dirección suscrito el 20 de agosto de 2018 con la Directora
Gerente (...), la subida correspondiente al ejercicio 2019 fue incorrecta, al haberse aplicado el porcentaje de incremento del 2,50% a los doce meses del año, en lugar del 2,25% a los meses de enero a junio y del 2,50% a los meses de julio a diciembre”. Asimismo, se han detectado retribuciones en especie para los directivos. Según el Tribunal, “en los contratos no se ha delimitado cuáles son las retribuciones que van a percibir los directivos, ni se ha dictado resolución en el ejercicio 2020 que determine que resoluciones son ni cuál sería la forma de proceder en el caso de que se superarán los límites de la cuantía máxima de la retribución total”.
A este respecto, se ha detectado, por ejemplo que los directivos percibieron una retribución en especie en la forma de seguro de vida y que, pese a ello, en las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) “no figura el correspondiente ingreso (...) como tal retribución”. Además, el TdC apunta que “el representante de la sociedad tiene asignada una tarjeta de crédito pese a que el artículo 8.2 de la Ley 3/2015 de 30 marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, dispone que la Administración no pona disposición del alto cargo tarjetas de crédito con el objeto de que sean utilizadas como medio de pago de sus gastos de representación”. El Tribunal también destaca el contrato de un directivo. A este se le concedió un “anticipo de 6.000 euros durante siete meses, sin que dicho derecho venga recogido en el contrato”.
En el informe, a su vez, se hace referencia a la utilización de una tarjeta de crédito por parte del representante de Sociedad pese a que, según dicta la Ley 3/2015 que regula el ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, “la Administración no pondrá a disposición del alto cargo tarjetas de crédito con el objeto de que sean utilizadas como medio de pago de sus gastos de representación”.
La respuesta de Efe
Ante todas estas afirmaciones por parte del TdC, la propia Agencia ha presentado sus alegaciones sobre la fiscalización del ejercicio 2020, firmadas por la presidenta Gabriela Cañas. De esta manera, Efe alega que “los tres miembros de la alta dirección que había al inicio del ejercicio se dieron de baja ese mismo año y de hecho dos de ellos lo hicieron entre los meses de enero y abril”. Por lo que desde Efe no les parece oportuno “valorar el cumplimiento de unos objetivos anuales cuando se ha estado ejerciendo el cargo tan solo durante unos meses. Así pues, lo que se ha hecho en todos esos casos ha sido aplicarle el grado de cumplimiento medio que hasta ese momento habían venido alcanzando durante el ejercicio de su cargo en la Agencia Efe”. En 2020 se produjo el relevo al frente de la agencia pública y Cañas sustituyó a Fernando Garea. De acuerdo con las fuentes consultadas por elEconomista, Garea, que solo estuvo un mes en 2020 no habría utilizado la tarjeta corporativa ni cobrado el bonus. Sí que cobró, en cambio, el del año anterior, cuando estuvo al frente de la empresa. La agencia ha declinado hacer ningún comentario.