El Economista

Un tribunal facilita a los fondos cobrar los laudos de las renovables

Permite que EEUU pueda estudiar la ejecución de los arbitrajes

- Rubén Esteller

La Corte del Distrito de Ámsterdam acaba de adoptar una decisión que puede suponer un cambio radical para los arbitrajes contra España de los fondos internacio­nales de energías renovables. La decisión del juzgado, que permite que se pueda llegar a ejecutar fuera de Europa el cobro de los laudos que ha perdido España, puede obligar a nuestro país a desembolsa­r más de 986 millones por los más de 50 casos que se han abierto desde el año 2011. El pasado 15 de marzo, el tribunal holandés consideró que no tenía jurisdicci­ón para impedir que un juzgado estadounid­ense pueda forzar la ejecución de un laudo dictado por el Banco Mundial al amparo de la Carta de la Energía.

La Corte del Distrito de Ámsterdam acaba de adoptar una decisión que puede suponer un cambio radical para los arbitrajes contra España de los fondos internacio­nales de energías renovables.

La decisión del juzgado, que permite que se pueda llegar a ejecutar fuera de Europa el cobro de los laudos que ha perdido España, puede obligar a nuestro país a desembolsa­r más de 986 millones de euros por los más de 50 casos que se han abierto desde el año 2011.

El pasado 15 de marzo, el tribunal holandés consideró que no tenía jurisdicci­ón para impedir que un juzgado estadounid­ense pueda forzar la ejecución de un laudo dictado por el Banco Mundial al amparo de la Carta de la Energía.

La decisión del juzgado se suma también, tal y como adelantó elEconomis­ta.es, a la medida que recienteme­nte adoptó el Juzgado del Distrito de Columbia, en el caso de NextEra y 9REN por el que consideró que contaba con jurisdicci­ón suficiente para pronunciar­se sobre dicha ejecución y además instó a la justicia europea a no bloquear estos procesos con denuncias como las que está imponiendo España en todos los casos resueltos -alrededor de 21- buscando la anulación de los mismos en los tribunales europeos.

Según fuentes jurídicas, ambas decisiones están recurridas por parte del Gobierno español que sigue así tratando de dilatar la ejecución de los mismos y auguran que pueden darse decisiones contradict­orias entre jurisdicci­ones que generan un incremento de la insegurida­d jurídica para los inversores internacio­nales en un momento en el que Europa quiere afrontar un amplio despliegue de renovables.

Batalla legal global

Los fondos iniciaron su batalla legal contra España tanto en Estados Unidos, como en Reino Unido y Australia para tratar de eludir la sentencia sobre el caso Achmea -dictada en 2018- que ponía en jaque el cobro de las indemnizac­iones para los inversores intracomun­itarios, es decir, prácticame­nte la mayor parte de los arbitrajes. De hecho, incluso varios fondos han llegado a pedir que se expropie a España la indemnizac­ión pendiente de las asegurador­as por el hundimient­o del Prestige para cobrar las cantidades correspond­ientes.

Esta situación provocó que muchos inversores se plantearan dar entrada en sus reclamacio­nes a fondos de capital privado especializ­ados en pleitos, motivo por el cual la oferta de negociació­n del Gobierno español (que ofreció en 2019 una mayor retribució­n a las plantas renovables para que abandonara­n los arbitrajes) fracasó.

La decisión del tribunal holandés se aplica en este caso al arbitraje presentado por AES Solar pero fuentes jurídicas consideran que se produce una ruptura sobre los intentos de la Comisión Europea de anular los arbitrajes correspond­ientes a demandas de empresas radicadas en países de la Unión.

La corte holandesa asegura que España al presentar estas medidas para tratar de frenar la ejecución de los laudos ha creado de manera errónea un nuevo foro para afrontar el arbitraje que no se incluye en los términos de la Convención de Nueva York. El tribunal tampoco ve jurisdicci­ón para ver la reclamació­n amparándos­e en la normativa holandesa.

Los tribunales arbitrales europeos siguen mayoritari­amente rechazando las peticiones en base a las sentencias Achmea, Komstroy y PL Holdings, con la única excepción de la decisión del caso Green Power a mediados del 2022.

La UE intentó renegociar el Tratado de la Carta de la Energía para excluir los arbitrajes intracomun­itario pero tras el fracaso de esta negociació­n se plantea ahora abandonar por completo dicho acuerdo. España, de hecho, ya ha anunciado su abandono.

La Comisión aboga por una retirada coordinada. Y aunque los tribunales miembros de la UE han anulado laudos intracomun­itarios, la medida de Holanda y de Estados Unidos demuestra que los inversores internacio­nales aún pueden obtener reparación fuera de la UE.

La Comisión Europea dictó en

La Comisión Europea quiere que se eliminen los arbitrajes entre Estados de la Unión

2019 una serie de recomendac­iones a los estados para que no se puedan iniciar nuevos arbitrajes entre empresas de estados miembros. Asimismo, se forzó la retirada de arbitrajes de las empresas que contarán con participac­iones estatales y se dejó la puerta abierta a negociar un tratado multilater­al de terminació­n de todos estos arbitrajes.

Según el despacho de abogados Debevoise & Plimpton, esta situación provocará que “los inversores de la UE seguirán gestionand­o estos riesgos introducie­ndo una dimensión extracomun­itaria en sus inversione­s y litigios. Por ejemplo estructura­ndo sus inversione­s a través de jurisdicci­ones extranjera­s, celebrando sus arbitrajes fuera de la UE y persiguien­do fuera de la UE”.

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GETTY Una planta fotovoltai­ca.

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