El Economista

Limitada retribució­n en depósitos

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La mayor morosidad provocada por la ralentizac­ión económica y las alzas de tipos impiden pagar más a la banca

La banca española sigue a la cola de Europa en la remuneraci­ón de los depósitos a particular­es. De hecho, las entidades ofrecen aún un retorno del 0,6% frente a la media europea, que supera el 1,5%. A la vista está que mientras los bancos ya han trasladado parte de las subidas de tipos a las hipotecas firmadas a tipo variable, aún se resisten a hacerlo en los depósitos. Una estrategia que ya está generando polémica en la calle, pero que las entidades tienen buenos argumentos y todo el derecho del mundo para llevarla a cabo. Para empezar, y al contrario de lo ocurrido en la crisis financiera de 2008, los bancos nadan en liquidez tras años de política monetaria expansiva. Esto convierte en imposible la opción de que las entidades se embarquen en una guerra del pasivo como ocurrió entonces, dotando de rentabilid­ad a los depósitos. Pero es que además de no necesitarl­o, la realidad es que el sector financiero no tiene capacidad para ofrecer una rentabilid­ad elevada a sus clientes. De hecho, la previsión es que la banca pague hasta un máximo del 1,15% por sus depósitos en los próximos doce meses. La razón de ello está en que el sector debe cubrirse de la previsible alza de la morosidad originada por la ralentizac­ión económica y las subidas de tipos de interés. A ello hay que sumar el impacto negativo del impuestazo, el fin del programa TLTRO del BCE y la necesidad de mantener una rentabilid­ad por encima del 10% para cubrir, como mínimo, el coste del capital. Unos retos para los que las entidades solo estarán preparadas cuando recuperen su cartera de bonos, que se ha depreciado, y cuya rotación es mucho más lenta si se compara con la subida de los créditos. Por todo ello, los depósitos en España están abocados a una muy lenta y limitada mejora de su rentabilid­ad.

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