Calviño reclama a los agricultores abaratar el precio de los alimentos
La vicepresidenta pide que las ayudas concedidas al sector se trasladen al consumidor
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, presiona para que la rebaja de los costes se traslade a los precios de los alimentos. La número dos del Gobierno volvió a insistir ayer en la necesidad de que el paquete de 300 millones en ayudas a los agricultores y ganaderos tenga su reflejo en los lineales de los supermercados. “Deben trasladarse lo antes posible a las distintas fases de la cadena agroalimentaria y beneficiar a las familias españolas”, dijo Calviño en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Sus palabras se producen a las puertas de una nueva reunión del ministro de Agricultura, Luis Planas, con el Observatorio de la Cadena Alimentaria, que incluye a las grandes cadenas de distribución. “Es muy importante hacer un seguimiento preciso de la evolución de los márgenes empresariales”, repitió la también ministra de Asuntos Económicos, que desechó la propuesta que Unidas Podemos lanzó el pasado mes de diciembre y que buscaba gravar los beneficios extraordinarios de los grandes supermercados.
Lo cierto es que los encuentros mantenidos hasta la fecha entre el Ejecutivo y el sector siguen sin dar resultados, mientras las previsiones en torno al precio de los alimentos siguen desbocadas. El Banco de España estima que su encarecimiento cerrará el año por encima del 12%. Mañana jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el dato adelantado de la inflación de marzo, después de que el IPC subyacente cerrara febrero en el 7,6%. “Es un tema prioritario, porque comprendemos la preocupación y la dificultad de algunas familias que se ven afectadas por la subidas de los precios”, apuntó Calviño.
El margen de maniobra del Gobierno es limitado. Desechada la intervención de los precios de los productos básicos -como llegó a sugerir Unidas Podemos- Moncloa tan solo cuenta con la baza de las ayudas a los sectores que sufren el sobrecoste de las materias primas, o la extensión de un nuevo cheque para familias vulnerables, las más afectadas por la escalada de los alimentos. Ambas medidas ya han sido aprobadas a lo largo de los últimos meses, sin conseguir -de momentoun enfriamiento en el elevado coste de la cesta de la compra.
Tampoco hay rastro del efecto de la rebaja del IVA de los alimentos aplicada desde el 1 de enero.
Las esperanzas se centran ahora en las reuniones que Planas mantiene con el sector, y de las que se esperan medidas que ayuden a amortiguar el peso del IPC subyacente sobre las finanzas de los hogares. A ello se suman las consecuencias de la prolongada estrategia de subida de los tipos de interés aplicada por el Banco Central Europeo, y el convulso escenario abierto por la inestabilidad en el sistema financiero internacional. Un cóctel que podría forzar a Moncloa a volver a mover ficha y reeditar un nuevo paquete de medidas para seguir protegiendo a las familias más vulnerables.
De momento, Economía reivindica la fortaleza del mercado de trabajo como gran sostén de la economía española. “Los principales organismos nacionales e internacionales han revisado al alza sus previsiones de crecimiento para 2023”, recordó Calviño.