El Economista

Insuficien­te reforma de pensiones

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El castigo a los trabajador­es más cualificad­os supone un golpe a la competitiv­idad de las empresas para atraer talento

La presión demográfic­a sobre las pensiones comienza a notarse, pero irá a más en el futuro. De hecho, si actualment­e unos 2,4 trabajador­es cotizan por cada pensionist­a, en 2050 esa proporción se reducirá a solo 1,7. Todo un desafío generado por la jubilación de la generación del baby boom que tensionará aún más las cuentas de la Seguridad Social. A ello contribuye también medidas como ligar las pensiones al IPC, que ya provoca que en la actualidad las prestacion­es de los nuevos jubilados lleguen a 22.722 euros anuales. Una cifra que ya es un 19% más elevada que el salario más frecuente en España. No obstante, buena parte de los problemas de las pensiones se irán paliando a partir de 2035. Ello se deberá al fin de la jubilación de los baby boom, lo que reducirá el número de pensionist­as, y a la mejora de los salarios, que será superior a la propia de las pensiones. Así lo estima la AIReF, que prevé que los trabajador­es cobren más en el futuro ante la modernizac­ión de una economía que requerirá de empleo más cualificad­o y, por tanto, mejor pagado. Pese a ello, la propia AIReF también estima que el déficit anual de las pensiones será de 1,3 puntos hasta 2050, tras la reforma. Una normativa que obvia cualquier recorte del gasto y fía el equilibrio del sistema a la obtención de más ingresos a través de medidas que castigan especialme­nte a los sueldos más altos. Así, aquellos que cobran más de 80.000 euros recibirán un gravamen del 63%, lo que expulsa a los trabajador­es más cualificad­os y reduce la competitiv­idad de las empresas para atraer talento. Pero es que, además, este mayor esfuerzo tampoco servirá para solucionar el déficit de la Seguridad Social. En definitiva, una reforma que es claramente insuficien­te para resolver el problema de las pensiones futuras.

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