El Economista

El ahorro privado cubre como máximo el 10% del último salario del trabajador

Un 28,4% de empresas realiza aportacion­es medias por valor del 3,8% del sueldo

- José Miguel Arcos Más informació­n en www.eleconomis­ta.es J. M. A.

La pensión pública española destaca en las economías desarrolla­das por ser una de las más generosas, al cubrir algo más del 70% del último salario. Es lo que se denomina la tasa de reemplazo o de sustitució­n. Ante una cultura financiera y de ahorro en pensiones menos desarrolla­da, solo un 28,4% de las empresas realiza aportacion­es para que sus trabajador­es generen ingresos para cubrir las más de dos décadas que, de media, disfrutan los españoles tras su carrera laboral. Las aportacion­es medias del 3,8% del salario se traducen un ahorro complement­ario de hasta el 10,6% del último salario, según cálculos facilitado­s por KPMG abogados para

elEconomis­ta.es.

La generosida­d de la pensión pública dibuja un sistema que cubre la mayor parte de los ingresos respecto al salario previo del trabajador. Durante las próximas décadas, la última reforma Escrivá prevé subidas de cotizacion­es bajo diversos mecanismos: el Mecanismo de Equidad Intergener­acional (MEI) y la

cuota de solidarida­d, que no sirven para mejorar la base reguladora que cuantifica la prestación, además de la ampliación de las bases máximas de cotización. De forma paralela, la pensión pública subirá a un menor ritmo, provocando un aumento entre la brecha entre la aportación y la prestación máxima recibida.

En un contexto de menor renta disponible y con el objetivo de este Gobierno de potenciar los pilares complement­arios, KPMG recoge varios ejemplos de ahorro para un perfil de trabajador de 30 años con el 3,8% de su salario en aportacion­es, durante dos periodos diferentes –25 o 35 años– y con rentabilid­ades de la inversión durante toda la vida de la inversión (etapa activa o de constituci­ón del capital y etapa de pensionist­a) que varían –2% o 4%–.

El resultado (véase gráfico) es una tasa de reemplazo del último salario que se mueve entre el 4% si se ahorra durante 25 años y la rentabilid­ad es del 2%, y hasta un 10,6% ahorrando 35 años con una rentabilid­ad del 4%. Son datos que se desprenden del informe de situación de pensiones de 2022 elaborado por KPMG, con una tasa de reemplazo calculada para este medio.

El ratio de sustitució­n de ingresos en la jubilación, medido en porcentaje de cobertura de la pensión repecto al último salario, puede ser muy variable, indican. “La pensión lógicament­e variará en función de la cantidad que se aporte al plan. Además, hay otras variables que tienen un impacto decisivo en la pensión final de jubilación. Estas variables son el horizonte temporal o periodo de constituci­ón del ahorro y la rentabilid­ad que se obtenga en la inversión tanto de las aportacion­es como del capital acumulado en la fecha de jubilación”, puntualiza­n.

Ingresos paralelos

“Un plan de jubilación debe asegurar que cumple el objetivo para el cual se ha creado: servir de complement­o a la futura pensión de jubilación de la Seguridad Social”, explica Álvaro Granado, responsabl­e del área de Pensiones de KPMG Abogados. “Una planificac­ión óptima de la jubilación debe considerar conjuntame­nte la cantidad a

destinar como aportación al plan de jubilación, el horizonte temporal y una estrategia de inversión adecuada al perfil de riesgo del ahorrador y al objetivo de pensión que se pretenda alcanzar”, precisa.

La tasa de reemplazo de la pensión pública ha caído unos diez puntos en la última década, y la brecha entre las aportacion­es y su prestación máxima revelan que los empleados con salarios elevados deberán ahorrar en planes para complement­ar los ingresos del pilar público.

Respecto al ahorro, desde KPMG trasladan que sería recomendab­le analizar que “la pensión de jubilación objetivo que incluirá tanto la parte pública como privada. La comunicaci­ón y la transparen­cia en la informació­n es clave para poder planificar la jubilación de manera adecuada”, explica Granado.

Ahorro histórico

Desde hace más de 30 años, la previsión social ha ido aumentando su peso en relación al PIB. Sin embargo, tras un mayor desarrollo de los planes de empleo hasta 2005, este pilar de ahorro se ha estancado en el 3% del PIB, según datos facilitado­s por WTW.

Los individual­es han captado más inversión históricam­ente hasta acumular más del 7% del PIB en 2021. La decisión de Escrivá de reducir los incentivos fiscales ya impacta de forma negativa sobre este pilar.

En vista a potenciar este tipo de ahorro, la reforma que ha realizado Escrivá entre 2020 y 2023 incluye un fondo público de pensiones. Los expertos del sector aplazan la configurac­ión completa de este fondo al menos hasta la segunda parte del año, cuando los planes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migracione­s era tenerlo listo justo antes de verano.

Este fondo está en fase de perfeccion­amiento. Hay un sandbox con aportacion­es, proyectos e ideas de empresas y startups para realizar propuestas que mejoren las posibles rigideces regulatori­as. La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y el Tesoro Público están valorando estos proyectos.

En la negociació­n colectiva

Las empresas sectoriale­s también se podrán acoger a los planes de empleo. El del sector de la construcci­ón se está valorando y discutiend­o con el Ministerio que dirige Escrivá y el año pasado ya pusieron cifras a su plan: aportarían unos 650 euros en los tres primeros años de plan, tras la subida pactada en 2022 (10% en total, 3,75% destinada a esta bolsa de ahorro).

“Sería recomendab­le incluir, tanto en un plan que decida promover una empresa como en el marco de la negociació­n de los planes de pensiones que vayan a regularse en los convenios colectivos (planes de pensiones simplifica­dos), un estudio del impacto que el porcentaje de aportación al plan de pensione tendrá en la futura pensión de jubilación”, explica en este punto el responsabl­e del área de pensiones de KPMG.

Estos planes de empleo apenas tienen presencia aún en la negociació­n colectiva. Son 529 convenios los que incluyen cláusulas de jubilación y cubren a más de 1,6 millones de trabajador­es. Un total de 100 convenios fuerzan la jubilación, y 179 que estimulan la jubilación antes de los 65 años. El retiro parcial lo fuerzan 376 convenios que afectan a 1,2 millones de trabajador­es. Pero, de cara a cubrir el bienestar financiero durante el retiro apenas incluyen previsión social el 11% de los convenios colectivos firmados hasta diciembre de 2022.

Los planes de empleo son la alternativ­a básica ante el desplome protagoniz­ado por los planes individual­es tras la minoración de beneficios fiscales.

Los expertos puntualiza­n que el ahorro privado es un complement­o de la parte pública

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