El oro acecha máximos históricos tras batir los 2.000 dólares
Los expertos creen que más allá de ser refugio el alza también llega por el bono de EEUU
El oro sigue al alza. El metal precioso se ha acercado en las últimas horas a su máximo histórico por encima de los 2.070 dólares intradía la onza de agosto de 2020. Este miércoles se aproximó a esa cota marcada a comienzos de marzo del año pasado, en los primeros compases de la invasión rusa de Ucrania. El vector de fondo que une estos hitos parece ser el miedo –por el Covid, guerra en suelo europeo o temor a una crisis bancaria– y la consecuente búsqueda de refugio, pero los analistas piden rascar sobre la superficie.
En el más corto plazo, el último repunte se ha debido esencialmente a los datos macro de EEUU. La suavización de las vacantes de empleo (encuesta JOLTS) en febrero actuó como catalizador en la medida en que es un dato muy observado por la Fed para auscultar las presiones inflacionarias del mercado de trabajo por el alza de los salarios. Esta relajación hizo descontar de nuevo el fin de las subidas de tipos y una más cercanía en el recorte de estos.
Desde que se iniciaron las sacudidas en el sistema financiero, el oro sube en torno a un 12%, un porcentaje idéntico a lo que se aprecia en el año. El rally requiere una observación más minuciosa. Para Carsten Menke, director de Next Generation Research de Julius Baer, el regreso de los buscadores de refugio seguro está detrás, pero no en un grado que justifique la ruptura por encima de los 2.000 dólares. “La cuestión de una recesión en EEUU es, de hecho, la más importante para el oro. Una recesión inminente no solo atraería a los buscadores de refugio al mercado en mucha mayor medida que en la actualidad, sino que también impulsaría a la Fed a invertir su actual régimen de ajuste monetario. Este cambio de rumbo ya se ha descontado en los mercados desde el inicio de las turbulencias bancarias en EEUU y, por tanto, ha contribuido decisivamente a la subida de los precios del oro”, desarrolla.
Desde Oxford Economics señalan directamente que la revalorización del oro ha sido muy superior a las medias históricas durante episodios similares de tensión financiera, lo que sugeriría que la acción de los precios se vio impulsada por un factor distinto de la huida directa hacia la seguridad. “El cambio en los precios del oro comenzó con los temores de contagio, pero luego se vio exacerbado por el posicionamiento extremo de los inversores en bonos del Tesoro estadounidense”, dice Diego Cacciapuoti, estratega de la firma.