Lastre para la creación de empleo
Las empresas pagarán 9.000 millones más en cotizaciones sociales, lo que frenará su capacidad para invertir y contratar
El porcentaje de salario de un trabajador que la empresa dedica a cotizaciones sociales es de 23 puntos en España, lo que supone casi diez más que la media de la OCDE. Una brecha que evidencia el mayor castigo fiscal que las compañías nacionales sufren por el mero hecho de contratar. De hecho, las aportaciones a la Seguridad Social de las firmas españolas respecto al PIB alcanzan el 10%, tres puntos más que en el caso de sus homólogas alemanas. Pese a ello, la reforma de pensiones centra sus esfuerzos en buscar la sostenibilidad del sistema a través de la obtención de mayores ingresos eludiendo cualquier recortar del gasto. Una fórmula que es insuficiente para hacer frente a los mayores desembolsos que provocará el retiro de la generación del baby boom y medidas como ligar la subida de las prestaciones al IPC. Un cóctel explosivo que aboca a una mayor insostenibilidad de las pensiones y ante el que de nada sirven iniciativas como el alza de las cotizaciones. Una medida que, según la CEOE, generará un incremento de cuotas de 9.000 millones, el 0,7% del PIB, una vez que estén desplegadas todas las subidas previstas. La cifra refleja con claridad el mayor castigo impositivo que tendrán que afrontar las empresas españolas. Un esfuerzo extra que ahondará en la pérdida de productividad que los negocios vienen sufriendo desde la crisis financiera de 2007-2013, y que es uno de los problemas más graves de la economía española. Por si fuera poco, el alza de cotizaciones también reducirá la capacidad de las empresas para invertir y crear empleo. Un país como España con un 14% de desempleo estructural no se puede permitir el lujo de poner más palos en las ruedas a las empresas a la hora de incrementar sus plantillas.