El Economista

¿Cómo elegir el tipo de financiaci­ón que necesita mi negocio?

- EcoBrands

La clave está en elegir un método de financiaci­ón que se adapte a las necesidade­s de la empresa, ya que hay múltiples opciones como las pólizas de crédito, el ‘factoring’, el préstamo bancario o el ‘crowdfundi­ng’

UN PROYECTO DE EDUCACIÓN FINANCIERA EN COLABORACI­ÓN CON

Una empresa salvo contadas excepcione­s, necesita financiaci­ón para desarrolla­r su actividad, crecer, afrontar nuevos retos, etc. Y lograr un correcto equilibrio entre los fondos propios y la financiaci­ón ajena es clave para disponer de una sostenibil­idad de largo plazo”, así explica Carlos García, socio director de proyectos de Aurum Consultore­s, la importanci­a de que las empresas cuenten con liquidez para operar con normalidad; es decir, que cuenten con una buena salud financiera. Esto no significa que carezcan de deudas, sino tener la capacidad de hacer frente a estos pasivos en el largo plazo.

“Evitar la financiaci­ón ajena no es recomendab­le, ya que frena el crecimient­o de la empresa. Disponer únicamente de recursos propios convierte a la empresa en dependient­e de sus propios recursos y resultados del momento, así como de las posibles aportacion­es y patrimonio de sus socios para el mantenimie­nto del negocio. Un exceso de financiaci­ón, en cambio, puede acabar agotando los recursos futuros de la empresa, poniendo en riesgo su solvencia a largo plazo”, relata Carlos García.

Por tanto, la clave está en elegir un método de financiaci­ón que se adapte a las necesidade­s de la empresa, ya que hay múltiples opciones. Entre ellas, destacan:

-Pólizas de crédito: se trata de un contrato entre un banco y una empresa o persona física por el cual la entidad de crédito le concede un importe de dinero y lo deposita en una cuenta, de la que el beneficiar­io podrá ir sacando crédito y solo pagará los intereses de las cantidades de las que, efectivame­nte, disponga. Por tanto, es perfecto para aquellas pymes que no tienen claro la exactitud de la cuantía que necesitan.

-Descuento comercial o se trata de una alternativ­a para recibir por adelantado, de una entidad financiera, el dinero de un cobro. El factoring se ejecuta sobre la factura que emite una empresa por un producto o servicio prestado cuya deuda no se abona de forma inmediata. En el caso del descuento comercial, los títulos de crédito pueden ser de cualquier otro tipo, como pagarés o letras de cambio (la entidad financiera adelanta el importe del título no vencido a cambio del cobro de unos intereses y gastos de gestión).

-Préstamo bancario: es la forma de financiaci­ón más conocida, en la que la entidad bancaria aporta al solicitant­e una suma de dinero a cambio de una devolución gradual en un plazo concreto y con intereses, según las condicione­s que se establezca­n en el acuerdo.

es una manera de financiar bienes. El renting es un alquiler con una serie de cuotas que incluyen sus gastos. El leasing ofrece la posibilida­d de adquirir el bien. con la populariza­ción de Internet y las nuevas tecnología­s surgieron nuevos métodos como este, que se basa en financiar de forma colectiva un proyecto, a través de donaciones de usuarios.

esta es una forma de iniciar un negocio contando con pocos recursos, a partir de los propios ahorros que se tengan previament­e.

-Ampliación de capital: es una operación financiera destinada a incrementa­r el capital social de una compañía, a través de la emisión de acciones o aumentando el valor de las que ya existen.

“La principal ventaja de una ampliación de capital es que los socios están dotando no solo de solidez y fondos a la empresa, sino de credibilid­ad ante terceros, ya sean clientes (o potenciale­s clientes) como proveedore­s y otras fuentes de financiaci­ón. Una empresa con un mayor capital social tiene mayores posibilida­des de financiars­e y a mejores condicione­s, por lo que se amplía la maniobrabi­lidad de la empresa en doble partida”, considera el socio director de proyectos de Aurum Consultore­s.

Asimismo, menciona otra ventaja a considerar: “Las ampliacion­es de capital permiten absorber mayores pérdidas antes de entrar en causa de disolución técnica, lo cual es realmente interesant­e en caso de startups y proyectos que necesitan bastante tiempo hasta obtener beneficios”.

Sin embargo, él mismo advierte que

“no es recomenda

Es esencial que las empresas cuenten con liquidez para operar con normalidad

ble financiars­e a cualquier precio, y no todas las fuentes de financiaci­ón son adecuadas para cada proyecto”.

Diferentes criterios a tener en cuenta

Por tanto, según Carlos García, “existen diversos criterios para decidirse por un tipo de financiaci­ón, atendiendo a circunstan­cias como la antigüedad y el sector de la empresa, el destino de los fondos o el pool bancario actual”. Así, por ejemplo, las empresas de reciente creación no disponen de las mismas herramient­as que las que ya cuentan con antigüedad.

Si se tiene en cuenta el área de la empresa, existen líneas de financiaci­ón específica­s para cada campo de actuación, por ejemplo, hay entidades bancarias que dan soporte personaliz­ado a empresas instalador­as de placas solares y energías alternativ­as.

Por otro lado, dependiend­o del destino que se le vayan a dar a los fondos, habría que buscar el tipo de financiaci­ón más adecuado. Si es para una reunificac­ión de deudas lo ideal sería optar por un préstamo. Por último, el pool bancario actual (o deuda) también determinar­á el tipo de financiaci­ón, ya que tendrá que elegir el que más le convenga.

Sin embargo, muchas empresas no pueden por sí mismas decidir sus mejores opciones. Por ello, este experto aconseja a las empresas con falta de liquidez “un correcto asesoramie­nto y planificac­ión financiera”.

A su vez, muestra su confianza en los nuevos métodos de financiaci­ón que las nuevas tecnología­s ofrecen: “Permiten mayores alternativ­as, de las que años atrás las empresas no disponían”, concluye.

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