“España es la escuela de Pepper para crecer en Asia vía crédito consumo”
Francisco Pedraza Consejero delegado de Pepper Spain
El grupo financiero australiano Pepper Global adquirió en 2013 Celeris, financiera creada en 2006 por diez antiguas cajas de ahorros, y tras redenominarla como Pepper hoy es “el hub” que utiliza en su expansión por Asia. En España, la filial ambiciona crecer al 20% este año y buscará madurar proyectos recién lanzados con vistas a explorar nuevas vías de crecimiento a partir de 2024.
“En el mundo de Pepper destacamos por ser los líderes en financiación al consumo. Hay algo en Corea y en Australia, pero en estos mercados y en Reino Unido tienen mucho más peso otro tipo de productos como las hipotecas y hacen también auto”, explica el máximo responsable de la filial, Francisco Pedraza. El grupo opera en 13 países, donde cuenta con 2,1 millones de clientes y 68.300 millones de euros en activos gestionados. La filial española, especialista en financiación en el punto de venta, ha superado los 1,2 millones de clientes y completó 2022 con 401 millones de euros en saldo financiado.
Por su especialización es la filial que, “transaccionalmente, más clientes tiene”, realizan el mayor número de préstamos y son “los más complejos tecnológicamente”, además de contar con un negocio que interesa en Asia cuando están abriendo operaciones en Indonesia e India. “Les gusta mucho el buy no pay later (financiación faccionada), la financiación en el punto de venta es
el core donde quieren crecer”, refiere, desvelando que, por eso, ayudan, “no solo en la prospección de nuevos mercados”, sino también en la exportación de modelos y herramientas. “Ahora que Pepper está creciendo en Asia, lo que se lleva es el estándar de Pepper España, es decir, la escuela, el hub es España”, remarca.
Su modelo está muy definido en financiación al consumo vía partners (hoy cuenta con más de 10.000 puntos de venta), focalizado en sectores (ópticas, electrodomésticos, muebles y salud, básicamente) y prioriza el crecimiento robusto porque se financia acudiendo al mercado y sin recurso a depósitos de clientes, algo que le obliga a cuidar los márgenes y mantener a raya morosidad (está en el 3,5%). En 2022 disparó su nueva producción un 34%, con 416 mien llones prestados a clientes a través de los establecimientos socios, y elevó un 19% el stock financiado, hasta 401 millones. Para el actual ejercicio y, pese a las incertidumbres, proyecta crecer otro 20% en nueva producción, hasta 500 millones, y situar el stock en 450 millones (+12%).
Las cifras le colocan con alrededor del 10% de cuota del mercado financiación en puntos de venta que el pasado año alcanzó un saldo vivo de 5.600 millones, aunque precisa que “en ningún sector donde opera (Pepper) está por debajo del 15%” y en las ópticas domina, con el 50%, gracias a su estrategia. “No tenemos un foco tanto en crecer en puntos de venta sino ser más activos con ellos, lo importante es el volumen que te mandan y cómo te posicionas con ellos”, explica en alusión a la apuesta por ser referencia en los sectores donde opera. Entre otras marcas trabaja con Multiópticas, Alain Afflelou, Opticalia, Game, Tien 21 o Tiendas Activa.
‘Open banking’
La financiera ha cogido tracción después de que el pasado año apostase fuerte por entrar en el e-commerce puro y tras lanzar algunos desarrollos para facilitar al máximo al comercio la venta financiada a plazos. “La forma de trabajar de Pepper es buscar relaciones que vayan un poco más allá del estándar de operativa bancaria o de cualquier otra fintech. Tratamos de conectarnos mucho con sus plataformas”, apunta e indica que buscan compartir muchos datos con el comercio para simplificar y agilizar las operaciones, además de ofrecerles amplios paneles de información sobre las transacciones que les permiten verificar su ejecución o ver “por qué el cliente que llega al checkout y ha hecho el carrilo, luego se cae”. Un factor que podría ser transformador para la firma es que también adoptó el open banking, sistema que facilita la concesión porque permite acceder a información del cliente, y podría abrir oportunidades de crecimiento. “Si los modelos funcionan bien, no descarto otros canales, entrar en el crédito directo (sin intermediarios) ni otros sectores. No descarto entrar en motos ni hacer importes de mayor envergadura porque el open banking me da más tranquilidad”, avanza.