Bruselas propone agilizar los reembolsos tributarios tras los escándalos de evasión fiscal
Bruselas plantea eliminar las trabas burocráticas y, en paralelo, luchar contra el fraude fiscal de dividendos como ocurrió con los escándalos cum-ex y cum-cum. La Comisión Europea ha propuesto este lunes una normativa para agilizar los trámites en la devolución de impuestos sobre los dividendos cuando hay doble imposición a través de la digitalización del proceso y con la introducción de un procedimiento acelerado, lo que ahorrará a los inversores unos 5.170 millones de euros al año.
Con esta propuesta, Bruselas aboga por un certificado digital de residencia fiscal para que la devolución de impuestos sea más rápida. De esta manera, un inversor que tenga una cartera diversificada en la UE solo necesitará este certificado para reclamar las diferentes devoluciones en el plazo de un año. Este mecanismo pretende sustituir a los habituales procedimientos realizados en papel.
Lo que trata de atajar Bruselas es que un inversor que vive en un Estado miembro tenga que pagar también impuestos por los dividendos o intereses generados en otro país de la UE. La propuesta de Bruselas incluye dos procedimientos adicionales: uno de desgravación en origen y un sistema de devolución rápida. Los Estados miembros podrán elegir cuál de ellos utilizar, o si deciden aplicar una combinación de ambos. El primero se refiere a si el tipo impositivo que se aplica en el pago de dividendos o intereses es el pactado en el acuerdo de doble tributación.
Bajo el segundo mecanismo, el sistema de devolución rápida, el pago inicial se efectúa teniendo en cuenta el tipo de retención que aplica el Estado miembro en el que se pagan los dividendos o intereses. Con este procedimiento, se garantiza la devolución de impuestos en un periodo de 50 días.
El fraude cum-ex se basa en reclamar devoluciones de impuestos que no se llegaron a pagar. Con esta táctica, las acciones se venden antes del pago de un dividendo, pero se devuelven más tarde, por lo crea confusión sobre quién posee las acciones y permite reclamar desembolsos. El esquema cum-cum se aplica cuando los inversiones nacionales y extranjeros tributan de forma distinta. Así el inversor extranjero vende acciones, antes del pago de dividendo, a un inversor nacional del país en el que cotiza la compañía. Este último puede reclamar un crédito fiscal por dividendos que no se aplicaría al inversor extranjero. Luego las acciones se devuelven a su dueño original y se comparten los beneficios.