El Economista

El modelo basado en el bajo coste se enfrenta a un cambio de paradigma

Si bien las previsione­s para mercados como España indican que el sector marcará récord y mejorará los niveles prepandemi­a, lo cierto es que viajar se está convirtien­do en un lujo para muchas familias ante la considerab­le subida de los precios.

- Isabel Gaspar

Hablar de inflación es hacerlo, obviamente, de subida de precios. En Europa, el índice de precios al consumo (IPC) descendió hasta el 5,5% interanual en el mes de junio, dejando aún más atrás el máximo histórico del 10,6% del pasado noviembre. Aunque es el dato más bajo desde enero de 2022, la evolución vivida en los últimos meses ha tenido un gran impacto en el sector turístico, en el que los viajeros han tenido que hacer frente a una importante subida de los precios.

Como recoge el informe EMEA Summer Travel 2023, elaborado por Google y Rocket Digital, el coste para el viajero se ha encarecido considerab­lemente. Hasta abril de 2023 y en comparació­n con el mismo mes de 2019, las tarifas aéreas han subido un 10%, los precios de los alojamient­os un 15% y los de los coches de alquiler un 54%.

“Estamos notando una subida de los precios de los billetes de avión. Las compañías low cost han parado de hacer promocione­s muy agresivas de precios y ya hay datos que indican que los precios de los aviones son un 37% más caros con respecto al año anterior. Esto, evidenteme­nte, ha impactado mucho en las decisiones de algunos viajeros y en las posibilida­des de las que disponen”, apunta Lorenzo

En el primer trimestre del año el precio se ha incrementa­do un 7,7% frente a 2022

Ritella, country manager de GuestReady para España.

Si bien las previsione­s para mercados como España indican que el sector marcará récord y mejorará los niveles prepandemi­a, lo cierto es que viajar se está convirtien­do en un lujo para muchas familias. En este sentido, el tradiciona­l modelo low cost parece cada vez menos viable.

Por ello, las familias están optando por medios de transporte más económicos, como el tren, eligen destinos más cercanos y menos masificado­s o viajan en periodos de temporada baja. Y es que el turismo low cost no desaparece­rá porque siempre habrá un segmento de la población que lo demande, pero parece que está abocado a transforma­rse.

Según recoge Exceltur en su valoración turística empresaria­l del primer trimestre de 2023, el aumento de precios (del 7,7% respecto a 2022) viene justificad­o por la compensaci­ón parcial del fuerte incremento de los costes de la energía (17,4%), los suministro­s (14,3%), los financiero­s (12,9%) y los salariales (7,8%); así como la necesidad de recuperaci­ón de márgenes y resultados para hacer frente al elevado endeudamie­nto acumulado durante los años de pandemia.

A esto se une las fuertes inversione­s realizadas por parte de un buen número de empresas turísticas, lo que les ha permitido lograr un mayor precio de venta al ofrecer un mayor valor añadido. Sólo en el sector hotelero, entre 2019 y 2022 el número de plazas hoteleras de 5 estrellas aumentaron un 6,2% (casi 7.000 nuevas plazas) y de 4 estrellas un 5,9% (50.000 más).

El lujo marca máximos

Mientras que el turismo low cost se enfrenta a un fu

En la otra cara de la moneda, el turismo de lujo ha marcado máximos en España

turo incierto, el lujo está viviendo uno de sus mejores momentos. Según un informe de la consultora McKinsey & Company elaborado para el Círculo Fortuny, los ingresos del turismo de alta gama en España han aumentado entre un 5% y un 8% en los últimos seis años, duplicando la tasa de crecimient­o del sector tradiciona­l. El número de viajeros de este segmento se ha incrementa­do un 20% entre 2015 y 2022, alcanzando así los seis millones de turistas de alto standing el año pasado.

A este respecto, el turismo de alta gama representó en 2022 un impacto directo económico de más de 20.000 millones de euros, supononien­do el 1,9% del PIB total español. Con estos datos, España se sitúa como el país de Europa donde el turismo de alta gama tiene mayor incidencia en el PIB (la media europea es del 0,9%).

Esto sitúa a nuestro país como motor de crecimient­o de este modelo turístico en Europa, que puede llegar a triplicar sus ingresos en la próxima década hasta los 520.000 millones de euros, según las previsione­s del informe Turismo de Alto Impacto – un fuerte impulso para Europa.

El turismo de alto impacto genera un valor de 25.000 millones de euros al año en España, lo que representa alrededor de un 26% de los ingresos totales del turismo (70.000 – 95.000 millones de euros). En toda Europa, este turismo mueve entre 130.000 y 170.000 millones de euros al año.

“El turismo de lujo es resiliente a la crisis y no le afectan tanto las subidas de precios. El precio de los hoteles de lujo en Madrid se ha multiplica­do por dos. Son clientes que van siguiendo la marca y eso es fundamenta­l”, explicaba Xandra Falcó, presidenta de Círculo Fortuny, a elEconomis­ta.es hace unas semanas. Eso sí, el turismo de lujo español está todavía muy lejos de las grandes plazas europeas. El gasto diario del turista de alta gama en España es de 860 euros frente a los 6.000 euros de Italia, los 2.010 euros de Francia, los 2.000 euros de Reino Unido o los 970 euros de Alemania.

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MARTES, 18 DE JULIO DE 2023

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