¿Cómo cuidar la estabilidad emocional en el trabajo?
Son cada vez más los trabajadores que valoran, además del salario (muy importante, y más en épocas de pérdida de poder adquisitivo como ya hemos comentado) la estabilidad y el ambiente de trabajo. El grupo Adecco realizó un estudio que así lo reflejaba: el sueldo estaba un escalón por debajo a la “felicidad laboral”.
Un aspecto clave para esa felicidad es el pasar más tiempo con la familia, ya que el 90% de los trabajadores afirma querer tener mayor disponibilidad para ellos, tal y como asegura la investigación llevada a cabo por Sodexo, empresa dedicad a servicios de calidad de vida.
Este sentimiento de impotencia puede generar un desequilibrio emocional y crear estrés en el trabajador, que afectará a su rendimiento y a la productividad de la empresa. Por ello, cada vez más firmas apuestan por medidas de conciliación, que no solo tienen beneficios en cuanto a productividad, sino a la retención de talento. España está en la 32ª posición del World Talent Ranking del IMD, el informe que mide la capacidad para atraer, desarrollar y retener talento.
Trabajo individual
Pero además de medidas por parte de las empresas, los propios trabajadores también pueden aplicar estilos y hábitos para mejorar su estabilidad emocional, ser más productivos y más felices. Un contexto idóneo puede ser septiembre, aunque parezca contradictorio por el ya conocido “síndrome postvacacional”.
Precisamente ese momento de vuelta a la rutina, que al principio puede conllevar “un choque” o “enfrentarse a la realidad” se debe afrontar con esperanza, para poder descubrir nuevos retos profesionales y personales, explica Fátima Gómez, profesora de sociología de la Universidad Europea.
La docente recomienda que, unos días antes del inicio del trabajo, se vayan adquiriendo los horarios de forma escalonada, así como también le da importancia al cuidado de la alimentación y hacer ejercicio, ya que “potenciar este tipo de hábitos saludables allana el camino al resto de costumbres”, afirma Gómez.