El ‘rally’ del oro sigue y alcanza un nuevo máximo histórico
La onza del metal dorado alcanza por primera vez los 2.900 dólares
La onza de oro se cambió en la sesión de ayer por unos 2.090 dólares, su referencia más alta nunca antes registrada. El metal precioso que sirve tradicionalmente como refugio para los inversores avanza en el año un 14% como consecuencia del cambio que se espera en la política monetaria de Estados Unidos. Y es que la expectativa de un dólar más débil en los próximos meses provoca el éxodo del mercado hacia otros activos como el oro dentro del mercado de materias primas.
Salvo catástrofe de última hora, el oro conseguirá que 2023 sea su primer año al alza desde 2020, aunque su revalorización se quedará por debajo de la anotada ese año, por encima del 25%. Además, el consenso de mercado que recoge Bloomberg considera que al cierre del 2024, con las bajadas de tipos que se esperan en el próximo ejercicio, el oro tendrá motivos para alcanzar los 2.155 dólares.
Con el viento a favor
Hace ya semanas que su condición de activo refugio hizo que ganase atractivo en el mercado ante la escalada de la tensión con la última fase del conflicto palestino-israelí. A esto se ha unido, después, la expectativa del mercado de que los tipos de interés empezarán a bajar en marzo a ambos lados del Atlántico. En concreto, el indicador que recoge Bloomberg sobre los tipos que descuenta el mercado muestra la expectativa de que el BCE abra la lata en su reunión del 7 de marzo, y que la Fed le siga el 20 de marzo. Después de este primer movimiento el BCE llevará a cabo otros seis recortes de 25 puntos básicos hasta el cierre de año, frente a las cinco bajadas adicionales de la Fed, si se cumplen las expectativas.
El metal precioso, además de posicionarse como una de las mejores opciones de cobertura contra las amenazas a lo largo de la historia –tanto geopolíticas como de cualquier otro tipo– también es uno de los activos que mejor se comporta cuando la inflación se mantiene alta. Y aunque los últimos datos mensuales de la mayoría de países desarrollados apuntan a un descenso sostenido del incremento de los precios, este ha sido otro de los catalizadores que ha tirado al alza de su precio en los últimos meses.