Comsa se asienta en beneficios y rebasa los 2.000 millones en cartera
La constructora prepara un nuevo plan estratégico para el periodo 2026-2030
Comsa da por terminada la dieta a la que se ha visto sometida durante los últimos años. La compañía ya completó el periodo de desinversiones al que se vio obligado tras la última refinanciación y ya prepara un nuevo plan estratégico asentada en los números negros. En 2023 ganó 5,5 millones y es el tercer ejercicio consecutivo en el que es rentable mientras la deuda ya dejó de ser un quebradero de cabeza.
La constructora propiedad de las familias Miarnau y Sumarroca cerró la pasada campaña con un incremento del 37,5% de las ganancias frente a los 4 millones cosechados en 2022. Es el tercer año en el que es rentable tras ganar ya 1 millón en 2021. Además, el ebitda obtenido fue de 38,2 millones.
La empresa logró ser rentable de la mano de un incremento del 7% de la facturación, que saltó desde los 886 millones hasta los 929 millones. El dato eso sí todavía está lejos de los más de 1.100 millones de ventas de 2018, antes de que la banca obligara a la firma catalana a lanzar un nuevo plan de desinversiones. Una petición que se repitió en la última refinanciación de 2021.
La subida llevó a la compañía a adelantar un año el objetivo de facturar 1.000 millones. Antes fijado para 2025, la constructora augura alcanzarlo ya este 2024. Para lograrlo, luce una cartera de pedidos de 2.006 millones de euros, casi un 25% más que los 1.562 millones de 2022 y prácticamente el doble que los 1.206 millones de 2020.
Y es que en el último año Comsa se adjudicó el mantenimiento de la Línea 2 del Metro de Lima por 250 millones, la expansión de las líneas amarilla y verde del Metro de Lisboa y es parte del consorcio que se impuso en el concurso para construir el nuevo tranvía de Jerusalén por más de 2.000 millones. El negocio internacional ya genera 298 millones de ingresos a la firma.
Mientras, presume de haber alcanzado una posición “financieramente
neta” tras cargar con una mochila que en 2016 alcanzaba los 1.000 millones de euros. Así, la empresa trabaja ya en un nuevo plan estratégico para el periodo 2026-2030.
El negocio de construcción se mantiene como el motor de la organización, con una facturación de 573
La construcción es el motor de Comsa: le generó 573 millones en ingresos, el 11% más
millones, el 11% más que en 2022. Destaca el soterramiento de la línea de tren R2 a su paso por Montcada i Reixac (Barcelona), la ampliación de la estación de Chamartín (Madrid) y la duplicación de un tramo en la Autovía del Ebro. Mientras, la actividad de ingeniería industrial tuvo unas ventas de 219 millones de euros por actuaciones como la implementación de puntos de carga eléctrica en los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.