Dia solicita el preconcurso de acreedores para su filial brasileña
El grupo solicita una Recuperación Judicial tras cerrar 343 tiendas en el país
La filial de Grupo Dia en Brasil ha presentado una solicitud de Recuperación Judicial para su filial en aquel país, un proceso similar al preconcurso de acreedores para iniciar una reestructuración con la que la compañía busca superar su precaria situación económica y financiera actual.
Apenas una semana después de que el grupo de distribución anunciara, a tenor de sus malos resultados en el mercado brasileño, que cerraría el 58% de sus tiendas en el país para centrarse en el área de Sao Paulo, Dia comunicaba ayer el inicio de los trámites de este procedimiento con el que quiere garantizar la continuidad de sus operaciones en Brasil.
Esta medida forma parte de las decisiones estratégicas anunciadas por el consejero delegado del grupo, Martín Tolcachir, duranter su presentación de resultados tras las pérdidas cosechadas en Brasil en 2023 y que alcanzaron un valor de 154 millones de euros. Además de la clausura de 343 de sus supermercados, Dia también avanzó el cierre de tres almacenes en el país sudamericano.
Tal y como recuerda la compañía, desde su llegada a Brasil en 2001, el grupo ha realizado una fuerte inversión y esfuerzo en el país que, sin embargo “no ha obtenido el retorno esperable, persistiendo en pérdidas recurrentes, situación que ha desembocado finalmente en la decisión de optar por el referido proceso de Recuperación Judicial como potencial estabilizador de la situación de Dia Brasil”.
El resto de mercados
Desde la empresa recuerdan que este procedimiento judicial no tiene impacto alguno en la situación financiera de otros mercados como el de España y Argentina, donde actualmente ha logrado “una posición relevante con una estrategia centrada en la distribución alimentaria de proximidad”.
De hecho, los malos resultados brasileños empañaron la recuperación del grupo a nivel global, que el año pasado se quedó al borde de conseguir cifras en positivo a nivel global, al cerrar el año con un resultado negativo de 30 millones de euros, lo que supuso un 75% menos que las pérdidas registradas en 2022, cuando alcanzaron unos 124 millones, así como un 90% más bajas que las de 2021.
En este sentido, la simplificación del negocio en España, con la venta a Alcampo de 223 tiendas, permitió al grupo obtener un resultado positivo de 122 millones de euros el año pasado frente a las pérdidas de 42 millones de 2022, lo que supuso un crecimiento de 164 millones, gracias a una red de 2.318 locales entre propios y franquicias.
La compañía quiere reestructurar sus finanzas para garantizar sus operaciones