¡Es hora más de disfrutar que de pecar de audaces!
En el mundo de las inversiones, la prudencia es una virtud que a menudo se pasa por alto en favor de la audacia. Sin embargo, como suele decirse, el cementerio está lleno de valientes. En estos días de euforia, es crucial recordar esta lección. El ámbito bursátil, como la vida misma, tiene sus altibajos. Muchos inversores han sido seducidos por la emoción de ver subidas constantes día tras día, pero les aseguro que esto no durará eternamente.
Es cierto que la máxima “trend is your friend” nos recuerda la importancia de seguir la tendencia, pero también es esencial reconocer que ninguna tendencia dura para siempre. Tarde o temprano, todas se toman un respiro o llegan a su fin. Me inclino más por lo primero ya que todavía no se han alcanzado objetivos que hace semanas ya les indicamos en elEconomista.es, como son los 5.522 del EuroStoxx 50, que son los altos históricos que alcanzó el 2000 (sin el efecto dividendos descontado).
Como analista y estratega, mi labor no se limita a identificar oportunidades de compra, sino también a seguir de cerca la evolución del mercado y ver cuándo es más idóneo comprar y cuándo es mejor echar el freno de mano. La semana pasada mencioné la necesidad de echar el freno de mano, parar un poco el ritmo, después de haber abierto múltiples estrategias de compra en semanas anteriores. Tengo claro que es hora de disfrutar de las posiciones abiertas, pero con cautela al abrir nuevas. No habrá motivos de preocupación mientras el Nasdaq 100 no pierda el soporte clave de los 17.800 puntos.