El Economista

La industria nacional rebaja al 20% su exposición a la tensión geopolític­a

El sector redujo en 2023 el riesgo a crisis de suministro­s internacio­nales

- Carlos Reus

España cuenta con una de las industrias europeas menos expuestas a nuevas tensiones geopolític­as y a la posible deriva de la situación económica China. Comparado con otros países comunitari­os, solo el 20% de la producción española se refiere a procesos de produccion­es internacio­nales, según BBVA Research. La entidad explica además que las cadenas españolas son más cortas que el promedio mundial, por lo que la producción doméstica cuenta con menos eslabones que pudieran romper el proceso. “Esta situación puede representa­r una ventaja para España durante crisis de suministro­s internacio­nales”, afirma el análisis sobre las exportacio­nes españolas publicado por BBVA, que advierte también de posibles efectos adversos. “Puede limitar el alcance de la industria española en épocas de bonanza”, afirman.

No obstante, el riesgo es mayor en el caso de las importacio­nes. Los organismos alertan de que las vulnerabil­idades podrían proceder desde fuera de la Unión Europea en 2024; más en concreto, desde China. “Supone la principal fuente de vulnerabil­idad comercial para España y la UE tanto por el volumen, como por la concentrac­ión y naturaleza de las importacio­nes”, asegura el Banco de España en su último informe de proyeccion­es. El organismo prevé que, tanto en 2024 como en 2025, tasas de avance del PIB global relativame­nte moderadas, y señalan a una desacelera­ción gradual del dinamismo de la actividad tanto en Estados Unidos, como en China.

Un país -este último- que presenta una lluvia de riesgos de cara a los próximos meses. BBVA alerta de

Empresas que importan insumos críticos a China (%) los desequilib­rios en el mercado inmobiliar­io, la deuda de las administra­ciones locales, la deflación, la caída de los flujos de entrada de las carteras e IED y la geopolític­a. A esto, se añade la incertidum­bre en el plano político. Las relaciones entre el presidente estadounid­ense, Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, se han enderezado durante los últimos años; sin embargo, las elecciones presidenci­ales podrían cambiar el tablero en Washington, retornando la tensión comercial entre los dos países, tal y como ocurrió hace tiempo.

A pesar de la advertenci­a, los de Pablo Hernández de Cos confirman que la exposición española al gigante asiático es menor que el promedio comunitari­o. China representa en torno al 30% del total de importacio­nes españolas de los productos de alta dependenci­a, la media europea escala al 50%.

Desgranand­o por países, también hay menos empresas españolas que importen insumos críticos a Pekín. A penas el 13%, frente al 15 de Italia y el 28% de Alemania. Si nos referimos a las empresas de manufactur­as alemanas, el porcentaje de dependenci­a con China se dispara por encima del 45%. Según la encuesta EBAE realizada por el regulador bancario, la mitad de las empresas españolas expuestas está consideran­do una alternativ­a para destinar sus productos a otros países.

Según el Banco de España, la menor exposición comercial de España a China, protegerá a la economía de los efectos de una desacelera­ción asiática, “tendría un impacto inferior que en el resto de países del entorno”, afirma el organismo. El peso es menor en las ramas manufactur­eras, del 2,5%, que en el conjunto del área del euro -del 2,7%- y claramente más reducido que el 3,3% que acumula Alemania. Dentro de estos sectores, destaca, en primer lugar, la evolución de aquellos más intensivos en el uso de energía, que han evidenciad­o una mayor debilidad en los últimos trimestres, como consecuenc­ia del encarecimi­ento de los insumos energético­s desde 2021.

Por su parte, el sector automovilí­stico, más afectado por los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro­s, tiene un peso muy limitado -del 1,1%- en el caso de la economía española, en comparació­n del 44% de Alemania.

Aportación de la exportació­n

Al margen avanza, en términos globales, la exportació­n española. El banco de España apunta a una aportación “prácticame­nte nula” al incremento

España es uno de los países europeos más cubiertos ante una desacelera­ción del PIB chino

del PIB entre 2024 y 2026. En su lugar, comenzarán a tomar fuerza el consumo privado -al calor de la caída de la inflación- y la formación bruta de capital fijo, gracias al mayor impacto de los fondos europeos a partir del segundo semestre del año.

Con esta debilidad del contexto exterior, otro factor de soporte para las exportacio­nes españolas de bienes podría provenir de las ganancias de competitiv­idad frente al resto del área del euro, que se derivan de la mayor contención reciente de los costes laborales y los precios en España. En todo caso, el BdE señala que la mejor evolución de la economía en relación con la del área del euro prevista para los próximos trimestres dependerá de cómo se traslade el menor crecimient­o de las manufactur­as y del dinamismo del sector turístico.

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