Europa avanza hacia una recuperación lenta de su actividad durante 2024
El sector servicios marca el ritmo para la industria, que aún queda rezagada
La economía europea afronta un año clave para volver a poner la maquinaria en marcha. La política monetaria afronta su fase final justo antes del retorno de las reglas fiscales. En el primer trimestre ha habido un punto de inflexión que se puede medir a través varios indicadores de actividad y confianza como el PMI o el sentimiento económico. Mientras España se desmarca de la economía europea con un crecimiento que deja atrás al resto de grandes, Europa afronta ahora una suave recuperación de su tracción económica.
Las proyecciones más recientes de la Comisión Europea desmarcan a España, con un crecimiento del 1,7%, del resto de países. De fondo, los índices PMI de la eurozona apuntan a que la actividad estuvo a punto de estabilizarse en marzo, tras nueve meses consecutivos de contracción, rozando ya la marca de expansión y crecimiento. Con la debida prudencia y respeto a la volatilidad posterior a la pandemia, los expertos de S&P Global explican que “la mayoría de los indicadores de alta frecuencia” señalan “una mejora del impulso del crecimiento, aunque partiendo de una base baja”.
Esta postura la comparten desde el Banco de España, donde apuntan a un crecimiento paulatino, con mejoras que rondan el 0,1% y 0,2% intertrimestral. “El deterioro o la atonía de la economía del euro generalizada en 2023 habría llegado a su suelo”, dijo el director general de Economía y Estadística de la entidad, Ángel Gavilán. “Hay pocos indicios de una rápida recuperación”, sentencian en S&P Global.
La base sobre la que se está asentando la actividad en el arranque de curso son los servicios, mientras la industria continua bajo alerta y deja una recuperación “a dos velocidades”. La divergencia también es clara a nivel de países, con caídas en Alemania y Francia compensadas por un repunte más fuerte en el resto de la eurozona.
Otros analistas, por su parte, son más comedidos y aplazan la recuperación completa hasta finales de año. “Se vislumbran brotes verdes para finales de año, pero por ahora se espera un estancamiento económico continuado. La encuesta también indica que la inflación de los servicios ha disminuido, lo que nos hace pensar en una bajada de tipos del BCE en junio”, explican los analistas de ING Economics.
El problema es la divergencia entre sectores. La actividad empresarial se recupera lentamente y las empresas se muestran más optimistas sobre las perspectivas, apuntan, pero “el sector manufacturero sigue luchando, ya que los nuevos pedidos siguen cayendo, aunque tanto el ritmo de descenso de la producción como el de los nuevos pedidos se están suavizando”.
Las perspectivas de tipos del BCE dependen en gran medida de la evolución del crecimiento salarial y de la inflación de los servicios. La inflación de los servicios viene aumentando
El Banco de España no prevé grandes avances a nivel comunitario en el primer semestre
desde hace unos meses y el PMI indica que las presiones sobre los costes de los servicios se suavizaron en marzo; y los precios de producción de los servicios también se moderaron. “Esto se interpretará como una señal alentadora de que las presiones sobre los precios no se están acelerando, lo que podría haber supuesto un obstáculo para un recorte de los tipos”, cierran.