“Es un gran riesgo que Lagarde tarde demasiado en bajar los tipos”
John Plassard
John Plassard, senior investment specialist de Mirabaud WM, se lamentaba durante la entrevista de estar alineado con un consenso que “siempre se equivoca” y que ahora ha rectificado el optimismo en cuanto a las bajadas de tipos que había a finales de 2023. Trata, de forma muy didáctica, temas de bancos centrales, geopolítica, macroeconomía e inversión.
Con las bolsas cerca de máximos, ¿cree que los mercados están siendo demasiado complacientes?
No, aunque sí creo que se necesita algo de consolidación. Se está hablando de una nueva burbuja en la tecnología. Sin embargo, no creo que sea así por varias razones y la primera es que en esta ocasión sí hay beneficios y crecimiento mientras que durante la burbuja puntocom las subidas respondían a las esperanzas futuras. Nvidia, por ejemplo, está ganando dinero. La segunda razón es que el mercado está anticipando las bajadas de tipos, que efectivamente se darán este año. La tercera es que la economía sigue mostrando fortaleza, en contra de las perspectivas que había hace unos meses. Por todo esto creo que no hay euforia y que las bolsas podrían seguir subiendo, más allá de algunas consolidaciones.
Ha mencionado el caso de Nvidia, que está claramente entre los ganadores del boom de la Inteligencia Artificial (IA). Pero. ¿quiénes son los perdedores?
Es muy difícil de decir. España, por ejemplo, perderá dos millones de puestos de trabajo a causa de la IA pero sumará 1,6 millones gracias a ella, con un fuerte incremento de la productividad en todos los sectores. El paro aumentará pero no será un desastre. Es una oportunidad más que cualquier otra cosa.
Año electoral en EEUU. ¿Cómo cree que esto afecta a los mercados?
Ahora mismo las encuestas están muy ajustadas entre los dos candidatos. Biden tiene en contra su edad y sus achaques, aunque también Trump terminaría el mandato con 79 años. De cara a los mercados debemos ver sus programas, pero principalmente la política arancelaria sobre las importaciones. Podría fijar un arancel del 10% frente al 3% actual.
El mercado laboral está mostrando una gran fortaleza, aunque el último dato de empleo en EEUU ha sido un poco peor de lo esperado.
Sí, pero no se puede cantar victoria. Es muy volátil y luego las revisiones cambian mucho del dato inicial. Si Trump ganase las elecciones y bajase los impuestos podría incrementar de nuevo la inflación, aunque hace ocho años no sucedió por un contexto muy diferente.
¿Cuáles son entonces los próximos pasos que espera para la Fed?
Creo que veremos tres bajadas de 25 puntos básicos. La única cuestión es, si el crecimiento sigue alto, ¿por qué vas a bajar tipos? Podría no necesitar hacer nada una vez se ha evitado la recesión y podría no haber ni un soft landing.
Parece que ahora el escenario conservador es el del aterrizaje suave.
Nuestra previsión son crecimientos del PIB de más del 2%. La economía de EEUU está siendo muy resiliente y ya nadie ve una recesión como sí sucedía el año pasado. La alarma en todo caso sonará cuando haya un repunte del paro.
¿Piensa que la Fed puede asumir una inflación por encima del 2% a medio plazo?
Sí. Creo que también es importante para la Fed la tendencia de la inflación. Ahora la tendencia es a la baja, pero saben que la parte más difícil de reducir es esta última milla. Hay que recordar que la Fed tiene un doble mandato: la estabilidad de precios y la tasa de desempleo, no como el BCE.
Volviendo a Europa, ¿hay riesgos que se están pasando por alto?
Creo que el principal riesgo es el geopolítico, por los efectos que puede tener en la inflación. Desde la crisis de deuda en Europa no se ha hecho demasiado por la transición energética y ahora Europa, a raíz de la guerra en Ucrania, se ha dado cuenta de su dependencia externa. En segundo lugar, es que Lagarde no comprenda el ciclo económico e inflacionario y espere demasiado para bajar tipos. Si miras el crecimiento en Europa, especialmente en Alemania y Francia, no hay crecimiento en absoluto y eso se debe en parte a los tipos de interés altos. El tercer riesgo está en Bruselas y la posibilidad de que se ponga estricta con el tema del déficit al 3%, volviendo a las discusiones de 2011.
¿Cree entonces que el BCE está cometiendo un error al no bajar tipos aún?
No, porque realmente deben estar seguros de que la batalla contra la inflación está ganada. Están cerca de ello y lo saben y creo que comenzarán a hacerlo en junio y veremos otras tres bajadas antes de acabar el año.
¿Piensa que el objetivo del 2% para el año que viene es alcanzable?
Sí. Me preocupa más la predicción en torno al crecimiento porque casi siempre falla.
¿Qué problema supone para Europa la debilidad de las economías de Alemania y Francia?
Es un gran problema no solo por el hecho de que Alemania sea la primera economía de Europa sino también porque se está viendo el inicio de una cierta tensión política entre Alemania y Francia. No obstante, hay algunos brotes verdes en los últimos datos de nuevas órdenes en la manufactura alemana. Puede haber luz al final del túnel y esperamos que el crecimiento acelere hacia el final del año gracias a una mayor demanda, gran parte de ella desde China.
Estamos viendo un mayor dinamismo en las economías del sur de Europa. ¿Cree que esta tendencia continuará en los próximos meses?
Sí. Especialmente en España, por varias razones. La primera gracias a una menor inflación y la estabilidad de los salarios, lo que hace crecer las rentas reales. La segunda razón es la vuelta de la confianza y la tercera es que el ahorro generado en pandemia todavía está ahí. Los países del sur están mucho más enfocados en servicios y cada vez éstos tienen un peso más importante en la economía. El 74% del crecimiento es consumo.
Fuera de Europa y EEUU, ¿qué riesgos identifica a nivel global?
China puede serlo y su gobierno lo sabe. El sector inmobiliario chino es el mayor activo de inversión global en términos de dólar. Saben que tienen un problema con la caída de los precios y conocen los errores cometidos como en el caso de Evergrande. La segunda cuestión es que tienen 250 millones de personas con inversiones en bolsa y eso crea cierta dependencia con ella. Ahora están controlando su economía y poniendo estímulos. Ellos tienen una visión siempre de largo plazo y están hablando ya de 2050 mientras que en EEUU hablan del próximo mes de noviembre. Puede ser un riesgo si China colapsa, pero no creemos que suceda.
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El oro está en máximos. ¿Es consecuencia del exceso de liquidez que hay en el mercado? Porque, desde luego, no debe estar ejerciendo como refugio de nada ahora.
Aquí la cuestión son los bancos centrales porque están comprando más oro que nunca. Y China y Rusia no están publicando lo que están comprando, pero sabemos que son los dos grandes compradores de oro con el objetivo de reducir la dependencia del dólar. Además, si miras los mercados monetarios en EEUU, están en sus niveles más altos de la historia, lo que significa que la confianza en la economía no es total. Entonces, el oro sirve también como una cobertura. Es llamativa la diferencia en la evolución del oro y las mineras en los últimos meses, aunque suele haber siempre un gap, este se ha incrementado mucho recientemente.
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