Las nuevas rutas para esquivar la zona diarios la demanda mundial de crudo y amplian hasta la década de 2030 el pico de consumo
Aumentan en 100.000 barriles
En 2024 las previsiones para el futuro de la demanda de petróleo han dado un giro. En un año en el que parecía que el consumo iba a ser mucho más débil de lo normal debido a la ralentización del crecimiento económico, ahora todo apunta a que la demanda va a superar a la oferta en el ejercicio, generando una escasez del recurso energético que está presionando al alza a los precios. La fortaleza de la economía estadounidense, y de otras, como India, está tirando del carro alcista para el barril, pero hay otros elementos inesperados, como las nuevas rutas comerciales que esquivan el mar Rojo, que están contribuyendo a retrasar el techo de demanda previsto para el crudo. En la industria lo tienen claro: la demanda es sorprendentemente fuerte, y va a seguir siéndolo en los próximos meses.
La pregunta del millón en el mercado del petróleo es cuándo se alcanzará el techo máximo en el consumo del combustible fósil, el nivel en el que la demanda dejará de crecer para estancarse, o empezar a contraerse. Durante años, se ha especulado con el momento en el que llegará este pico, pero la demanda ha demostrado ser tozuda, y continúa marcando máximos históricos. En 2023 volvió a hacerlo, según la Agencia de Información Energética (IEA), en unos 101,1 millones de barriles diarios, según destacó la Agencia al cierre de año, y para los primeros tres meses de 2024 pronostica que volverá a crecer en 1,7 millones de barriles diarios.
Este pronóstico revisa al alza lo que se esperaba a principios de año, cuando la agencia avisaba de que el aumento en el primer trimestre sería de 1,4 millones de barriles diarios, y esta nueva proyección supone que el mercado mundial del petróleo estará en situación de escasez, frente a la sobreoferta que se esperaba antes. Esto ha impulsado a los precios del barril, que ya acumula una subida de casi el 12% en 2024. El conflicto en el mar Rojo, que ha forzado a utilizar nuevas rutas comerciales, es el último argumento que apunta a que el techo de la demanda del crudo tendrá que esperar.
Más demanda por el desvío
El consumo de combustible por parte de los grandes barcos de transporte es enorme, hasta el punto de que las cifras son difíciles de creer: un buque de transporte de contenedores consume en torno a 63.000 galones de combustible en un día, según Freight Waves, un proveedor de datos e información sobre el comercio. Esto es el equivalente a más de 238.000 litros de gasolina en un solo día.
Según los cálculos de Vitol, uno de los mayores traders de energía del planeta, la configuración de nuevas rutas alternativas al mar Rojo, debido a los ataques de los rebeldes hutíes a los buques que pasan por esta región, han incrementado en 100.000 barriles diarios la demanda mundial de petróleo. Los barcos se están viendo obligados a transitar el cabo de Buena Esperanza, en el sur del continente africano, para poder llegar a su destino, lo que aumenta el consumo del combustible y esto está contribuyendo a retrasar el techo definitivo de la demanda del petróleo en este ciclo.
Y no sólo esto: la semana pasada, en una conferencia en Houston, Russell Hardy, CEO de Vitol, confirmó que su compañía está retrasando el techo previsto de la demanda de petróleo hasta comienzos de la década de 2030, debido a unas menores expectativas para la adopción de los vehículos eléctricos, una estimación que encaja con las conclusiones del último informe mensual de la IEA. Otras firmas, como Gunvor, Trafigura o ConocoPhillips, también han ampliado su estimación, y confirman que el sólido crecimiento económico, tanto en EEUU como en otros países, por ejemplo India, les ha llevado a revisar sus previsiones.
La IEA espera que la demanda siga creciendo después de tocar máximos históricos en 2023