La RTVE que hereda Cascajosa: un 85% de fracasos y Broncano en el aire
La nueva presidenta interina de la pública se estrena en un consejo caducado
Este jueves 4 de abril Concepción Cascajosa se estrena como presidenta interina de RTVE con una inflamable sesión del caducado y bloqueado consejo de administración que, tras cesar como presidenta a Elena Sánchez y como director de Contenidos a José Pablo López, decidirá, tal y como adelantó Informalia hace días, si la pública debe pagar al menos 14 millones de euros por llevarse a la televisión en abierto un espacio de nicho que se emite en la televisión de pago, La Resistencia, presentado por David Broncano. La primicia de Informalia el pasado 28 de febrero ha sido la chispa que ha reventado la cúpula de la Corporación Pública, pero la guerra entre la presidenta saliente y su número 2 ya se puso en evidencia cuando Informalia dio a conocer, ya el pasado 13 de enero, el veto de Elena Sánchez al fichaje de Belén Esteban promovido por su director de Contenidos y la monumental bronca ellos.
Los dos casos no son comparables ni en cuantía ni en importancia, pero sí son claves para comprender las dos posiciones irreconciliables que enfrentaban a la presidenta interina y a su propio responsable de contenidos. Ella sostenía que la televisión pública no debía tener la misma parrilla que las televisiones privadas como Telecinco, el modelo en el que se basaba López para vertebrar La 1, a base de programas de cotilleo mañana, tarde y noche o realities plagados de famosos de cuarta.
El caso de Belén Esteban (como desveló en exclusiva Informalia, iba a ser jurado en el concurso de baile que presenta Anne Igartiburu), tenía que ver con “la imagen y el prestigio de la televisión pública”, según explica a Informalia una directiva de RTVE. “Recoger en la Corporación los restos de personajes que Mediaset expulsó para limpiar su maltrecha imagen no es el camino de una televisión pública que quiera ser capaz de ocupar los espacios de calidad a los que renuncian las televisiones privadas”, argumenta. El fichaje de Belén Esteban fue vetado, pero desde que salieron de la cadena de los Berlusconi en España han sido contratadas en TVE Terelu Campos, Lydia Lozano, Alba Carrillo o Rocío Carrasco, en distintos espacios, todos ellos, de discutible sentido en una televisión de servicio público, que sea capaz de dar satisfacción al interés general de la sociedad: buenos valores, información veraz e independiente, y cultura (incluye deporte o ficción de calidad). Una televisión pública no es sinónimo de una televisión aburrida.
El coste del fichaje de La Princesa del Pueblo no llegó a concretarse porque no se culminó. Pero esta semana se ha sabido que Terelu Campos
cobra 600 euros solo por uno de los programas de cotilleo de la cadena pública en los que interviene, de una hora de duración, y que por cierto presenta unos índices de audiencia desastrosos, muy por debajo de la media de la cadena (que ocupa el tercer lugar frente a Antena 3 y Telecinco).
El caso de Broncano es distinto, pero sobre todo mucho más caro. Es, para empezar, un capricho del mismísimo Pedro Sánchez para desactivar a Pablo Motos y El Hormiguero, azote del presidente del Gobierno. El presentador, codirector y coproductor de La Resistencia pretende garantizarse un contrato blindado al poder renovar por una segunda temporada con una audiencia de apenas el 7,5% de share (lo cual supone menos de 2,5 puntos de lo que ha promediado La 1 en esta temporada).
La negociación para incorporar al showman ha sido el preámbulo de una cruenta guerra interna que tuvo capítulos destacados como el plantón de directivos promovido por López contra Elena Sánchez, que se vengó cesándolo tras frenar el fichaje de Broncano deseado por Moncloa para intentar desgastar a Motos. Las simpatías de algunos medios por José Pablo López parecen haber empujado a firmar hagiografías sobre el directivo malagueño, que dicen que ha devuelto la competitividad a La 1 a costa de desvirtuar una cadena pública ahora salvamizada, repleta de realities y ayuna de espacios de debate, documentales o ficción de éxito en prime time. El argumento estrella de sus partidarios es la subida de audiencia de La 1, que obtenía un 8,3% de share cuando fue nombrado director de Contenidos generales de RTVE, allá por abril de 2022, y este marzo lo ha cerrado con un 9,3%. No dicen que lo importante, si se atiende a los números, es qué lugar ocupa en el podio y cuántos espectadores la ven (en neto).
Cabe recordar que la pública en la primavera de 2022 estaba en el peor momento de su historia en términos de share. Pero es que Telecinco no sufría sus peores datos históricos como ahora y RTVE no disponía de los recursos que se han ido quemando con una catarata de estrenos de éxito escaso. Este pasado año RTVE ha contado con 1.193,9 millones de euros, lo que supuso un 8,4% más que en 2022. A esta subida ha contribuido el Gobierno, que disparó un 10,5% su inversión en la pública en el 2023 electoral al aportar casi la mitad del presupuesto: 490 millones.
La 1 ha estrenado 14 espacios esta temporada y tan solo dos han alcanzado la media de la casa: la miniserie La ley del mar (emitida entera un domingo a un coste indefendible en el mercado) y el reality show Bake Off, nutrido de famosos y que supera por poco el promedio de la cadena. Por contra, han abundado los fracasos: El Conquistador del Caribe decepcionó con un 8,8% tras un desembolso de 5,6 millones de euros, Baila como puedas se ha hundido a un 7,1%, La Plaza fue retirado tras ocho entregas con un 6,7%, DCorazón está fracasando con un 6,6% y El mejor de la historia cerró su recorrido con un tristísimo 5%.
López ya había demostrado su falta de pericia a la hora de conquistar a la audiencia al frente de Trece, que nunca pudo desencallar de su 2% de share, y en Telemadrid fue incapaz de mejorar la competitividad de la pública: asumió la dirección en noviembre de 2016 cuando la casa promediaba un 4,6% y fue cesado en julio de 2021 cuando alcanzó un 4,7%. En Telemadrid apostó por formatos con pinceladas de rosa y amarillo (La
Báscula; El Madroño; Hormigas blancas Huellas de elefante).
oDerrota frente a Ayuso
En TVE hay que reconocerle haber sabido programar el serial La promesa (carísimo), que fue encargado por el equipo anterior (el comandado por José Manuel Pérez Tornero) y haber rescatado El Grand Prix, que triunfó el pasado verano yendo de más a menos. El cese de López ha rematado el horrible marzo que ha sufrido por la caída de audiencia de La 1 y su derrota en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid, que rechazó su contencioso-administrativo que presentó en octubre de 2021 por considerar que su cese como director general de Telemadrid había sido ilegal e inconstitucional. El demandante exigía “el abono de daños y perjuicios en función de las retribuciones que habría de percibir, deducidas las retribuciones de su nuevo puesto de trabajo, desde su cese y hasta la expiración de su mandato original (17/01/2021) o, subsidiariamente, hasta el nombramiento de director general o primer fracaso del procedimiento de nombramiento”. Pero el fallo no consideró irregular ni la forma de su cese ni el Real Decreto impulsado por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que utilizó su mayoría absoluta para nombrar como administrador provisional a José Antonio Sánchez.
El director cesado de La 1 ha estrenado 14 espacios y sólo dos logran la media de la cadena
Elena Sánchez y López se enfrentaron por el millonario fichaje de La Resistencia