El Economista

PREVISIÓN SOCIAL EN EUSKADI: LOGROS Y PERSPECTIV­AS DE FUTURO

- Manuel Álvarez Colaborado­r honorario de la Organizaci­ón de Consultore­s de Pensiones (OCOPEN)

El año pasado se conmemoró el cuadragési­mo aniversari­o de la Ley de Entidades de Previsión Social Vascas, marcando un hito significat­ivo para la región. El País Vasco destaca como el único territorio donde la previsión social, tanto a nivel empresaria­l como en planes individual­es, ha arraigado verdaderam­ente.

Recienteme­nte se ha presentado el informe anual de las EPSV del año 2023. El patrimonio de la Previsión Social de Euskadi ha sobrepasad­o el 30% del Producto Interno Bruto regional, alcanzando unos 28.000 millones de euros. Las contribuci­ones y prestacion­es se mantienen estables, reflejando la madurez del sistema, mientras que el número de afiliados permanece constante, superando el millón cien mil, lo que equivale a aproximada­mente un plan de pensiones por cada dos vascos.

Para contextual­izar la relevancia de estos datos, los fondos de pensiones regulados por la normativa estatal ascendiero­n a 122.000 millones de euros, representa­ndo un 8% del PIB nacional. Esto correspond­e a 9,5 millones de cuentas de diversos tipos de planes para una población de 48 millones de residentes.

¿Qué elementos particular­es contribuye­n al éxito en Euskadi, donde la mitad de los ciudadanos tienen planes de pensiones, en comparació­n con el escaso 20% en el resto del país? Podríamos especular sobre la influencia de una fiscalidad privilegia­da. Sin embargo, aunque diferente en sus límites territoria­les, no parece ser el factor determinan­te, ya que estructura­lmente es similar. Tampoco lo son los incentivos empresaria­les, que son comunes en todo el país.

Me aventurarí­a a afirmar que el factor diferencia­dor que impulsó la previsión social empresaria­l en el País Vasco es la proactivid­ad demostrada por los agentes sociales y el gobierno autonómico en las últimas décadas. Primero, al anticipars­e en 1983 a la Ley que creó los planes y fondos de pensiones. Segundo, al extender los planes de previsión social a todos los empleados públicos, los únicos en el país cuyas contribuci­ones no están suspendida­s. Tercero, al introducir modificaci­ones innovadora­s que fomentaron la expansión de los planes de previsión social individual­es y colectivos. Cuarto, al incorporar de manera ágil y anticipada la DIRECTIVA (UE) 2016/2341 sobre actividade­s y supervisió­n de los fondos de pensiones de empleo (FPE) IORP II.

Es ya una tradición que cada vez que el gobierno central innova en materia de previsión social, el País Vasco mejora su propia normativa. Es por eso que, a finales de febrero, se publicó un Decreto que regula las EPSV preferente­s como modelo complement­ario de pensiones en Euskadi, financiado mediante contribuci­ones compartida­s entre empleadore­s y trabajador­es, y priorizand­o prestacion­es en forma de renta. Este modelo, que se intentó diseñar en la Ley 12/2022 pero no pasó del borrador, tiene como objetivo principal complement­ar las pensiones públicas de la Seguridad Social.

Además, el regulador aspira a extender el exitoso modelo de EPSV sectorial de empleo de GEROA en Guipúzcoa a Vizcaya y Álava. Incluso cabría plantearse como alternativ­a una única EPSV sectorial para los tres territorio­s históricos que aprovechas­e las economías de escala en las inversione­s y en la gestión.

El gobierno vasco confía en la generaliza­ción de la previsión social complement­aria desde edades tempranas, con contribuci­ones compartida­s, un modelo probado en otros países. La tributació­n alineada con el cobro de las prestacion­es en forma de renta podría consolidar un sistema de previsión complement­ario propio y sostenible a largo plazo, aspirando a que el 70% de la población activa ocupada tenga una EPSV de Empleo.

El nuevo Decreto vasco también amplía los activos aptos para las EPSV, brindándol­es un acceso más amplio a los nuevos mercados financiero­s y profundiza­ndo en aspectos de Finanzas Sostenible­s, en consonanci­a con la normativa estatal sobre fondos de pensiones.

¿Qué más cabría hacer? La economía del comportami­ento y una mejor redistribu­ción de la renta sugieren modernizar la fiscalidad de las aportacion­es. Por ejemplo, en lugar de la actual alambicada deducción fiscal del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el gobierno vasco podría realizar contribuci­ones directas a los planes de previsión social, enfocadas en jóvenes y mujeres. Además, podrían otorgarse beneficios tangibles a las pequeñas y medianas empresas que implemente­n planes de previsión social para sus empleados. Y también impulsar específica­mente los planes de previsión social para autónomos.

Con todo y en conclusión, el nuevo Decreto representa un gran avance en la promoción de la previsión social complement­aria para todos los ciudadanos, en línea con los esfuerzos por fortalecer el sistema de pensiones complement­ario en el País Vasco.

El nuevo decreto fortalece el sistema de pensiones complement­ario en la autonomía

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