El S&P 500 saca 300 puntos básicos anuales al oro en los últimos 50 años
El metal precioso cotiza en máximos históricos tras repuntar casi un 10% en 2024
El oro está siendo uno de los activos de moda en los últimos meses. Este año acumula ya una subida cercana al 10%, que le ha llevado a cotizar por encima de los 2.270 dólares por onza, un nivel que no había alcanzado nunca antes.
Detrás de estas subidas hay varios factores pero, desde luego, ser un activo considerado refugio no debe ser uno de ellos, teniendo en cuenta que el resto de los activos de inversión cotizan con ganancias, o con leves pérdidas como la renta fija que, no obstante, sí está atrayendo los grandes flujos de capital ante la perspectiva del inicio de las bajadas de tipos. En todo caso, la inversión en oro, bien como cobertura o refugio, ha sido rentable a lo largo de las últimas décadas. En los últimos 50 años, este activo se ha revalorizado un 1.200%, lo que de forma anualizada equivale a una rentabilidad de más del 5%.
No obstante, si esto se compara con el activo de inversión por excelencia, el S&P 500, quien se haya indexado al mismo habrá obtenido hasta 300 puntos básicos más de rentabilidad al año en las últimas cinco décadas ya que suma un 5.400% en el mismo periodo, lo que al año supone ganancias de más del 8%, sin contar dividendos. Con la remuneración al accionista, el rendimiento anualizado escala hasta el 11% (desde que hay datos, en 1988).
Como referencia en el Viejo Continente, en los últimos 50 años el Dax
Revalorización de cada activo, en porcentaje alemán se ha revalorizado algo menos de un 8% anual, incluyendo, eso sí, el pago de los dividendos. El Ibex español, desde el 87, sube menos de un 5% al año sin dividendos (8,5% con ellos, desde el 1992).
Entre los factores que están impulsando al metal precioso están los propios bancos centrales. Desde Ostrum AM apuntan a “la creciente demanda de los bancos centrales de los mercados emergentes”. “El hecho de no tener riesgo de impago y tener un valor real le dan un papel central en el desarrollo de las monedas, por lo que los bancos centrales han tenido que mantener reservas que garanticen el valor de sus divisas mientras ha existido el patrón oro”, explican.
“Desde entonces, la proporción de oro en las reservas de los bancos centrales occidentales ha ido disminuyendo hasta el 10% que representa actualmente mientras que desde 2008 se han duplicado hasta el 7% en las instituciones financieras emergentes, especialmente en las de China, Rusia, India y Turquía, que buscan alejarse del dólar”, agregan.
¿Seguirá al alza?
Para el inversor, de cara a los próximos meses hay ciertas dudas sobre si el oro puede continuar su ascenso y seguir así batiendo sus propios máximos históricos. Si atendemos a las previsiones de los analistas, de media, ven a la onza de oro cotizando en 2.100 dólares a final de año, un 7,5% por debajo de su precio actual en el inicio de una senda a la baja hasta los 1.800 dólares en 2027.
Sin embargo, ahora mismo el mercado está posicionado de forma que se anticipan más subidas y es que la onza tiene un precio un 4% superior si se compra de cara a final de año, al fijarse ahora mismo el forward en los 2.360 dólares. Para los siguientes años, cada vez se paga más caro asegurarse el precio de la onza, hasta los 2.577 en 2027, lo que implica un alza del 13,5% desde los niveles actuales. “Esperamos que 2024 sea un año de fuerte demanda de oro debido al contexto geopolítico, pero también al apretado calendario electoral, que suma incertidumbre al panorama”, concluyen en Ostrum AM.
Desde Bank of America también prevén mayores subidas, impulsadas por las compras de los bancos centrales, por China y por el mercado de opciones. “La demanda procedente de la industria joyera china
Los futuros apuntan a un ascenso del 4% hasta final de año, en contra del consenso
En 2020, el oro se revalorizó un 25%, su segundo mejor año de las últimas dos décadas
y las importaciones de oro del país asiático están rompiendo récords”, señalan.
Mejor que el S&P 500
En lo que va de año, el oro se revaloriza ya cerca de un 10%, ligeramente por encima incluso de la revalorización del propio S&P 500. Este buen año todavía se queda por debajo del pasado, en el cual el metal se anotó un 13% al calor de los conflictos geopolíticos. Sin embargo, en los últimos años ha habido muchos ejercicios destacadamente alcistas para el oro, como 2020, marcado por la pandemia, cuando repuntó un 25%.