El coste del alquiler crece más de un 30% desde 2015
Seis de cada diez hogares dedican más del 30% de sus ingresos a pagar su arrendamiento
El coste del alquiler residencial en España experimentó un incremento del 27,7% entre 2015 y 2022, muy por encima del crecimiento de los ingresos de los hogares durante el mismo periodo, del 16,6% en los de un solo perceptor y alrededor de 22% en hogares de dos o más perceptores. El encarecimiento se intensificó después de la pandemia, provocando que más del 60% de los hogares españoles que se vieran obligados a dedicar más del 30% de su presupuesto al alquiler se elevara, según los cálculos de Funcas.
El impacto fue mayor entre los jóvenes. Un 26,7% de los menores de 35 años se vieron obligados a redoblar sus esfuerzos para hacer frente al alquiler. La cifra supera al crecimiento del 10% del resto de la población.
La entidad revela además que en 2022 un 35,7% de las personas de entre 20 y 34 años vivía en áreas funcionales de los cinco municipios más poblados de España, 2,5 puntos porcentuales más que en 2012. Sólo las dos grandes urbes españolas –Madrid y Barcelona– acogen al 27,1% de los jóvenes españoles. No obstante, en estas ciudades los jóvenes deben hacer frente a un mayor encarecimiento de la vivienda, lo que compromete sus tasas de ahorro y dificulta el acceso a la vivienda en propiedad, reduciendo su riqueza, denuncia Funcas en un artículo de Marina Asensio y Javier Serrano.
Mercado laboral
Funcas explica que apenas el 24% de los jóvenes de 15 a 24 años tiene empleo en España, casi ocho puntos menos que la media de la UE y la mitad que en países como Alemania. Este problema, junto al elevado paro de larga duración, son los principales desafíos del mercado laboral español, según Raymond Torres y María Jesús Fernández.
En su opinión, las reformas y la transformación demográfica podrían explicar este cambio “saludable” en el comportamiento del mercado laboral, aunque avisan de que aún queda mucho camino por recorrer para mejorar su rendimiento.
Los autores del artículo denuncian que los jóvenes acaparan gran parte de las dificultades en el mercado laboral. “El nivel elevado del paro de larga duración y la difícil transición de los jóvenes a la vida activa evidencian la persistencia de un importante paro estructural”.
En este sentido, advierten de que la dificultad para entrar en el mercado laboral durante la crisis financiera ha complicado especialmente las posibilidades de los jóvenes. “El porcentaje de activos con formación universitaria es mayor que la media de la eurozona, 43,7% frente a 36,9%. Sin embargo, muchos de estos jóvenes no encuentran un empleo adaptado a su formación.