Yellen pide a China explicaciones por las subvenciones a la industria verde
En esta segunda visita se reunirá con las autoridades en Guangzhou y Pekín
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Yanet Yellen, llegó ayer a China, en su segundo viaje al país desde verano, para mantener una agenda de cuatro días llenos de reuniones con altos funcionarios del país, tanto en la ciudad sureña de Guangzhou como en Pekín. Desde el Tesoro informaron que el objetivo de estas reuniones es discutir “las prácticas comerciales desleales y subrayará las consecuencias del exceso de capacidad industrial de China”.
Este tema está trayendo de cabeza tanto a Washington como a Bruselas. Ambos creen que China está experimentando un aumento de exceso de capacidad que puede poner en un grave aprieto a las industrias extranjeras.
Yanet Yellen aseguró que el exceso de capacidad de China “distorsiona los precios y los patrones de producción globales”. La expresidenta de la Reserva Federal se refirió, sobre todo, a los paneles solares, vehículos eléctricos y baterías. En esta misma línea se manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, que aseguró que este exceso de capacidad es una razón para abrir una investigación antisubsidios de los vehículos eléctricos.
Antes de su viaje a China, Yanet Yellen aseguró a la prensa que su expectativa es que “en los niveles superiores, y cada vez más en todos los niveles, continuaremos manteniendo un diálogo más profundo. Estuvimos demasiado tiempo con muy poca comunicación y surgieron malentendidos”.
Según la agenda oficial publicada en la web del Tesoro, la secretaria mantendrá una reunión hoy con el viceprimer ministro He Lifeng, el gobernador de Guangdong,
Wang Weizhong, expertos económicos y representantes empresariales de AmCham China.
Mañana continuará sus despachos con He Lifeng. De cara al domingo, tiene cita con el primer ministro chino, Li Qiang; el ministro de Finanzas, Lan Fo’an; el alcalde de Pekín, Ying Yong y rematará con un encuentro con economistas, estudiantes y profesores de la Universidad de Pekín.
El primer ministro de China, Li Qiang, presentó recientemente, tras las dos sesiones el plan económico del país. Una ruta a seguir muy ambiciosa que pretende concluir con un crecimiento para este año del 5% y redirigir su industria para rellenar el hueco que está dejando la profunda crisis del sector inmobiliario, en el largo plazo, hacia la economía verde.
Esto implica que Pekín invierta mucho dinero en estimular al sector manufacturero centrándose en esas nuevas industrias. Así, sus socios comerciales, preocupados porque sus economías se llenen de productos de bajo coste y se eliminen puestos de trabajo, están haciendo de contrafuerte y, en muchas ocasiones, aplicando el proteccionismo a productos procedentes de China.
Pero el subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales, Jay Shambaugh, intentó calmar la situación asegurando que si hay que tomar medidas comerciales “es importante que Pekín entienda que no se trata de una serie de medias antichinas”.
A finales de 2023, Yellen dijo que Washington exigiría a China más transparencia política y económica ya que la crisis del sector inmobiliario y la deuda oculta de las entidades locales pueden tener repercusiones a nivel global.
El Tesoro aclara que los aranceles al gigante asiático “no son medidas en contra de China”