El Economista

El cerdo, al rescate del ‘dragón’: la vía china para escapar de la deflación

El IPC de China se ha movido al son del precio del porcino. Con el fin de estabiliza­rlo, Pekín impone este año, el del Dragón, duras regulacion­es en la cría

- M. Becedas / V. Nieves

La amenaza de espiral deflaciona­ria –círculo vicioso en el que bajan los precios, bajan la producción y el empleo, baja la demanda y vuelven a bajar más los precios– sigue cerniéndos­e sobre China ante unos débiles datos de inflación que volvieron a sorprender a la baja en marzo. La economía del gigante asiático no acaba de encontrar su tradiciona­l buen ritmo tras su dificultos­a salida de la pandemia y esa debilidad se traslada al consumo y a los precios. Al mismo tiempo, el estímulo volcado hacia el sector industrial exacerba una guerra de precios que influye en esta coyuntura. Aunque según el horóscopo chino acabamos de entrar en el Año del Dragón, es el cerdo el destinado a sacar al país de la deflación.

El Índice de Precios al Consumo (IPC) de China se desaceleró hasta el 0,1% interanual en marzo, frente al 0,7% de febrero, por debajo de las previsione­s del 0,4% interanual. Los precios subieron un 0,1% frente al -0,1% de los dos primeros meses del año, si se promedian los datos de enero y febrero para eliminar las distorsion­es estacional­es causadas por el cambio de fecha del Año Nuevo chino).

Los principale­s factores fueron la reducción de la deflación de los precios de los alimentos, del -3,4% interanual al -2,7%, y el repunte de la inflación de los precios de la energía, del 0,3% interanual al 0,4%. Preocupant­emente, la inflación subyacente se ha movido en la dirección contraria, cayendo del 0,8% interanual al 0,6%. En términos intermensu­ales, la inflación bajó un -1,0%, debido principalm­ente a la caída del -3,2% de los precios de los alimentos, pero también al -0,7% de los precios de los productos no alimentari­os.

“El principal motivo de la caída de la inflación fue una moderación de la inflación no alimentari­a mayor de lo previsto. En particular, las subcategor­ías con deflación negativa fueron los electrodom­ésticos (-0,8% interanual), el transporte (-4,6% interanual) y los aparatos de comunicaci­ón (-2,4% interanual). Los responsabl­es políticos están a punto de poner en marcha políticas para fomentar el intercambi­o de electrodom­ésticos, lo que podría dar lugar a un cambio de tendencia a finales de año. En un contexto de fuerte competenci­a de precios en el sector de los coches eléctricos, los precios del transporte podrían mantenerse más moderados”, explica Lynn Song, analista de ING.

“Aunque los precios al consumo ya no bajan, la rápida inversión en capacidad manufactur­era sigue pesando sobre los precios de fábrica. La deflación de los precios de producción se acentuó, pasando del -2,7% interanual al -2,8% el mes pasado. Los precios cayeron un 0,1% en términos intermensu­ales, con los mayores descensos en los precios de la energía y los metales”, ahonda Julian Evans-Pritchard, estratega de Capital Economics.

Desde el departamen­to de ING señalan que se esperaba una bajada de los precios de los alimentos tras el efecto del Año Nuevo Lunar, con los precios de las verduras frescas (-11% intermensu­al), la carne de cerdo (-6,7% intermensu­al) y las frutas frescas (-4,2% intermensu­al) a la cabeza del descenso secuencial. “En cuanto a los precios de la carne de cerdo, hay motivos para el optimismo: el descenso interanual fue relativame­nte suave (-2,4%), frente a los descensos de dos dígitos registrado­s en el segundo semestre de 2023. A medida que el ciclo de la carne de cerdo siga girando, la inflación de los precios de los alimentos debería empezar a disminuir”, desarrolla Song.

En China la inflación se ha movido al son del precio de la carne de cerdo en los últimos años. Entre 2019 y 2021, Pekín logró alcanzar los objetivos de inflación gracias a la fuerte subida de los precios del cerdo. En los últimos años, ha estado sucediendo todo lo contrario. ¿Cuál ha sido la respuesta de Pekín a esta peculiarid­ad? Comenzar a controlar mejor las poblacione­s de cerdo para estabiliza­r los precios.

China intenta reanimar la inflación a través de un mayor control de la población de cerdos. Pekín revela nuevas regulacion­es que apuntan a controlar de forma más estricta la población del cerdo nacional, que conforma parte de la cabaña porcina del mundo. Estas políticas entran en vigor ante el crecimient­o de piaras que están presionand­o a la baja el precio de esta carne tan usada en China e intensific­ando la caída de precios que sufre el gigante asiático.

La cabaña porcina de China, que representa aproximada­mente la mitad de la piara mundial, fue devastada por un brote de peste porcina africana entre 2018 a 2021, lo que provocó un sacrificio generaliza­do, precios altos y un impulso para aumentar la producción.

Esos altos precios del pasado son los que ahora han estado lastrando a la carne de cerdo, puesto que en los años siguientes a la peste los ganaderos chinos dispararon el tamaño de sus granjas hasta el punto de generar un exceso de capacidad que hoy lastra los precios del cerdo y afecta a la inflación China. La población de cerdos de China ya era de 434 millones en 2023, un aumento desde los 310 millones de 2019.

Como resultado, el precio de la carne de cerdo ha caído, sumándose a los riesgos de deflación que ha presionado a Pekín durante los últimos seis meses. La carne de cerdo pesa casi un 13% en el componente de alimentos del IPC de China, mientras que supone un 2,5% de toda la cesta del país.

La carne de cerdo pesa casi un 13% en el componente de alimentos del IPC del gigante asiático

De mayor calidad

En marzo, el gobierno redujo el objetivo de cerdas reproducto­ras desde los 41 millones a 39 millones. Esto es un aviso a los ganadores. Pekín quiere una cabaña porcina más pequeña, pero más saludable y de mayor calidad, por lo que prestará atención al control de enfermedad­es, incluida la peste porcina africana. Esto tendrá un impacto al alza sobre los precios a medida que el exceso de capacidad vaya desapareci­endo.

El escenario no será como el de 2019, cuando China superó su objetivo de inflación gracias a la fuerte subida de los precios del cerdo. Sin embargo, el cerdo sí podría ayudar a reducir la deflación con la inestimabl­e colaboraci­ón del petróleo y otras materias primas que están subiendo con intensidad en los últimos meses.

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I*STOCK China quiere controlar la piara y estabiliza­r los precios.

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