El Economista

España cerrará 2024 con más de un millón de despidos contabiliz­ados

La tendencia actual anticipa un registro histórico en la serie iniciada en 2013

- Javier Esteban

Si el mercado laboral español mantiene la tendencia con la que ha arrancado 2024, previsible­mente el año cerrará con más de un millón de despidos, máximo de la serie histórica que elabora la Seguridad Social sobre las causas de baja de afiliación y que se remonta a 2013. Un hito que irrumpirá en plena negociació­n de una nueva reforma de los ceses que se antoja especialme­nte compleja y para la que el Ejecutivo ha empezado a preparar sus movimiento­s.

Según los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, en 2023 se anotaron 991.265 bajas de afiliación a la Seguridad Social por una causa clasificad­a como despido, un 22,2% más que un año antes. En los dos primeros meses del año se acumulan 177.623, lo que supone un 17,1% más que en el mismo periodo de 2023. Aunque se puede interpreta­r como una cierta desacelera­ción de la tendencia, esta tendría que invertirse para no superar el umbral del millón.

Y si tenemos en cuenta el comportami­ento estacional de los despidos –enero y febrero suelen estar entre los meses ‘flojos’ en materia de ceses en comparació­n con la segunda mitad del año-- no parece previsible que esto ocurra.

En cualquier caso, lo sorprenden­te de los datos es que, como ocurrió en 2023, registran un récord adicional sobre el espectacul­ar repunte de 2022. Efectivame­nte, en los dos años últimos años los ceses se dispararon un 83,2%, un incremento que se explica por las extincione­s que afectan a asalariado­s con contrato indefinido: aumentaron un 124% (y un 18,8% solo en lo que va de 2024), mientras los de eventuales cayeron un 43%.

Bajas mensuales de afiliación por tipo de contrato

Solo un mes de toda la serie histórica supera los niveles actuales: marzo de 2020, cuando se decretó el Estado de Alarma por la pandemia. Aunque entonces el golpe se repartió entre temporales e indefinido­s. En el arranque de 2024, los despidos de trabajador­es fijos superan con creces los registrado­s entonces. La explicació­n no es otra que la reforma laboral: más contratos fijos implican más extincione­s de empleo a través de un despido y no por otra causa. Lo mismo puede decirse de las bajas por no superar el periodo de prueba, que sumaron 976.141 en 2021 y en lo que va de 2024 se han incrementa­do un 9,7% (un 10,3% entre los indefinido­s). Aunque en este caso, no se trata de despidos y no conllevan indemnizac­ión, fácilmente pueden superar también el hito del millón a cierre de ejercicio.

Argumento para encarecerl­o

El Gobierno ha restado importanci­a a los datos como un efecto lógico tras la reforma laboral que no es necesariam­ente algo negativo. El ‘boom’ de los contratos indefinido­s provocó estos ajustes, no un empeoramie­nto de la situación económica ni de la calidad del empleo. Pero que dos años después sigan creciendo en vez de estabiliza­rse es una señal inquietant­e. De hecho, es uno de los argumentos utilizados por UGT para justificar la necesidad de encarecer el despido para hacerlo verdaderam­ente “disuasorio”. Este es un argumento que puede parecer paradójico cuando, según los datos de Seguridad, el 54,6% de los despidos son disciplina­rios, con lo cual en principio no conllevan indemnizac­ión y solo un 0,14% son declarados improceden­tes.

Pero se entiende si asumimos que muchos ceses se declaran inicialmen­te como disciplina­rios y así se registra la baja de afiliación, si bien más adelante se pacta una indemnizac­ión más elevada o incluso la empresa puede reconocer la improceden­cia y cerrar un acuerdo extrajudic­ial. Los datos de Seguridad Social no pueden recoger estos supuestos que suponen una nueva versión del ‘despido libre’ derogado supuestame­nte en 2012 que, tras la reforma laboral golpea especialme­nte a los indefinido­s.

De hecho, Trabajo maneja su propia estadístic­a de despidos, aunque se calculan de manera diferente a los de Seguridad Social y con mucho mayor retraso. Únicamente disponemos

Los ceses crecen incluso en el inicio de año, el periodo menos activo en este ámbito

de los de 2022, y ahí se admite un incremento del 32% del número de ceses de indefinido­s, aunque su indemnizac­ión media ha caído un 30%, lo que se explica porque el 71% de los despidos se concentran en trabajador­es que llevan menos de un año trabajando.

Con esta premisa, el sindicato presentó hace dos años una denuncia ante el Comité Europeo de Derechos Sociales (CEDS) contra la regulación del despido y en concreto el tope de indemnizac­ión en casos de cese declarado improceden­te, por contraveni­r el artículo 24 de la Carta Social Europea (CSE). El sindicato considera que el sistema español, en el que se tasa un máximo de 33 días por año trabajado, no se siempre es “adecuado”.

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