La reforma del modelo de financiación centra el primer debate del 12-M
Los candidatos a las elecciones catalanas discuten sobre fiscalidad e infraestructuras
La reforma del modelo de financiación está en boca de todos en Cataluña, pero por ahora las posturas de los actores políticos siguen alejadas. Estas diferencias se evidenciaron ayer en un debate electoral organizado por la patronal Pimec, el primero que ha reunido a los cabezas de lista de PSC, ERC, PP y Catalunya en Comú a las elecciones del próximo 12 de mayo. Junts también participó en el encuentro, aunque el expresidente Carles Puigdemont cedió su asiento a Josep Rull, número tres de los posconvergentes.
El actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, reclamó una negociación bilateral GeneralitatEstado para materializar el cupo a la catalana defendido por los republicanos. Una postura inasumible para Salvador Illa, quien sí compartió la necesidad de mejorar la transferencia de recursos a Cataluña: “No podemos ser los terceros en aportar y los decimocuartos en recibir. Hay que respetar el principio de ordinalidad”.
El primer secretario del PSC propuso la creación de un consorcio tributario conjunto entre Estado y Generalitat, tal como está recogido en el Estatut, y reprochó el dumping fiscal de aquellas autonomías que, en virtud de sus competencias, reducen sus impuestos.
Por contra, el líder del PP, Alejandro Fernández, aseveró que “Cataluña es un infierno fiscal”, un latiguillo usado en los ambientes patronales de Cataluña. Además, reivindicó el rol de su partido en la definición del modelo de financiación autonómica: “Ha habido dos acuerdos para reformar el sistema con Aznar y uno con Zapatero”.
Pero el alivio de la presión fiscal cayó en saco roto durante las intervenciones de Josep Rull y Jéssica Albiach, si bien por motivos distintos. Aun estando de acuerdo en el fondo, el candidato de Junts consideró “imposible” revisar los impuestos sin revisar antes la financiación. Asimismo, lanzó una advertencia al Gobierno: “No aprobaremos los presupuestos generales del Estado si no se compensa el déficit fiscal y el déficit en inversión”.
Por su parte, la presidenciable de los comunes aseguró que el actual sistema tributario catalán no perjudica a las empresas como a su juicio demuestran los buenos datos de empleo e inversión extranjera. Ante la falta de sintonía entre las partes, sugirió la creación de un organismo asesor que consensúe una “propuesta de país y no de partido”.
Sequía y aeropuerto
La falta de un mínimo común denominador también se percibió en asuntos como la lucha contra la sequía –Albiach y Rull se enzarzaron a propósito de las inversiones hidráulicas ejecutadas durante la última década– y la ampliación del aeropuerto de El Prat. “El aeropuerto de Barcelona es la T-5 de Barajas”, se despachó Rull, a lo que Illa respondió que no hay ningún problema de gestión en El Prat. “Tenemos un problema de ampliación, no huyamos de estudio”, respondió el dirigente socialista.
Al debate económico de la patronal de pymes seguirá otro organizado por Cecot. Por su parte, Foment del Treball ha rehusado celebrar el suyo propio.