Wall Street ofrece menos rentabilidad que el bono por primera vez en 20 años
El alto multiplicador de beneficios actual hace que se prevean ganancias de poco más del 4% Al ‘T-Note’ se le exige ya un retorno del 4,65% al año, el máximo desde el pasado mes de noviembre
En los últimos días los inversores están recogiendo beneficios en renta variable, movidos por el incremento de la tensión geopolítica, pero también por las dudas en torno al ritmo de bajadas de tipos por parte de los bancos centrales, sobre todo en el caso de la Reserva Federal.
Las expectativas de bajadas de tipos en el mercado americano cada vez son menores ya que la inflación ha vuelto a repuntar por encima de lo que Powell y los suyos pueden asumir en un contexto de reducción del precio del dinero y eso es lo que ha calado en el mercado en los últimos días. Tanto, que los inversores ya están empezando a descontar que solo habrá dos bajadas de tipos en 2024 y no seis como se llegaron a asumir.
Sin olvidar, por supuesto, las fortísimas rentabilidades que todos los que estén posicionados en bolsa han logrado en los últimos meses y que ha llevado a los principales índices de Wall Street a ir batiendo sus respectivos máximos históricos. Esto favorece que cualquier oportunidad es atractiva para recoger esos beneficios. En lo que va de año, el principal índice de referencia en EEUU, el S&P 500, se anota cerca de un 6% después de un 2023 en el que se revalorizó más de 24 puntos porcentuales.
Coincide esto en el tiempo con la época de presentación de resultados del primer trimestre, lo que puede ser clave para calibrar dónde se situarán los beneficios empresariales este año y, por tanto, si los múltiplos que ahora está exigiendo la bolsa son adecuados o excesivos. Y es que precisamente esta es la cuestión ahora ya que la revalorización del S&P 500 no ha venido aparejada de un incremento en las estimaciones de ganancias, con lo que los multiplicadores se han elevado a niveles no vistos desde finales de 2021, según los cálculos de Bloomberg.
En este contexto, el PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) al que cotiza el S&P 500 ha superado las 24 veces, con lo que la expectativa de rentabilidad para lo que queda de año es de poco más del 4%. Mientras tanto, los inversores están volviendo a vender bonos anticipando un entorno de tipos altos por más tiempo del que se esperaba a comienzos de año, cuando el T-Note llegó a situarse en el 3,8% de rentabilidad.
Ahora, sin embargo, al bono americano a 10 años se le exige un rendimiento anual del 4,65%, la máxima desde noviembre, y ya medio punto por encima de la mencionada expectativa de rentabilidad que sostiene la bolsa, algo que no había pasado desde el año 2002, hace más de 20 años.
Sobre si esta cuestión es, o no, el detonante real de una corrección en Wall Street, Natalia Aguirre, analista de Renta 4, explica que “dependerá de los beneficios”. “Hay que ver también valor por valor porque la bolsa americana está muy concentrada y no se puede concluir que esté cara en su conjunto, aunque el índice total sí esté ajustado”, agrega. “Aun así, es evidente que la valoración relativa de la renta fija americana frente a su bolsa es atractiva a los niveles actuales”, concluye.
En línea con estas opiniones, Antonio Aspas, socio y consejero de Buy & Hold, considera que “el discurso de que las bolsas están caras responde solo a una parte de las cotizadas ya que el segmento de pequeñas y medianas cotizadas todavía tiene potencial frente a la revalorización experimentada por las Siete Magníficas”.
Desde Miraltabank, Ignacio Fuertes apunta a que “la estrategia correcta seguirá siendo comprar en las correcciones en un mercado que sigue teniendo un apalancamiento moderado y en un año electoral con una Fed dispuesta a apretar el gatillo en algún momento y con solo 1,5 bajadas puestas en precio”.
La situación en Europa
En Europa la situación es bastante distinta a la de Wall Street, como está quedando claro en las últimas semanas. Como base, en el Viejo Continente la inflación sí parece estar caminando la senda que el BCE da por buena para comenzar a rebajar los tipos de interés. Así, el mercado prevé que antes de final de año los de Christine Lagarde reduzcan el tipo de referencia hasta cuatro veces, dejándolo en el 3,5%.
Así, este entorno es mucho más consistente con entradas de dinero en renta fija, a la que cada vez exigirán un menor retorno y, a su vez, un impulso a las bolsas al reducir los costes de financiación de sus compañías. Si bien, es cierto que los expertos dibujan un menor crecimiento en Europa que el que prevén en Estados Unidos.
En este contexto, las bolsas europeas cotizan a multiplicadores muy inferiores a los de sus homólogos norteamericanos, con lo que las expectativas de rentabilidad son también mayores, del 6,7% de la bolsa alemana al 12% que puede revalorizarse la italiana si se cumple esta previsión. Y, a la vez, las rentabilidades que ofrecen ahora los títulos de renta fija son inferiores que en el Tesoro estadounidense ya que las principales referencias se encuentran por debajo del 4% a 10 años (ver gráfico).
En Buy & Hold apuntan que han incrementado la ponderación en bonos en su fondo mixto hasta el
En EEUU ya solo se esperan 2 bajadas de tipos, frente a las 4 que el BCE llevará a cabo este curso
En Europa sí se esperan mayores rentabilidades en bolsa que en renta fija este ejercicio
60% de la cartera, “pues vemos rentabilidades atractivas para un riesgo que por la propia naturaleza de los bonos siempre queda más acotado que en renta variable, lo que da una idea de dónde percibimos actualmente que la recompensa esperada requiere asumir un riesgo más limitado en la inversión”.
En lo que respecta a la bolsa española que, recordemos, se anota ya poco más de un 4% en 2024 después de la reciente corrección, el múltiplo a pagar por sus beneficios de este año es de 11,5 veces (hará una cosecha histórica de más de 60.000 millones). Con este multiplicador el inversor puede esperar una rentabilidad del 8,7%, casi el triple que el bono español.