MÁS DE 3.400 MILLONES PARA POTENCIAR EL TREN
La red ferroviaria nacional prosigue en su modernización con una destacada apuesta inversora por parte del Estado. Al mismo tiempo, las autonomías avanzan en la ejecución de obras para extender sus redes de Metro
La segunda edad de oro del ferrocarril que aspira a conseguir la Unión Europea con su nueva estrategia de transportes puede tener a España como país más destacado visto el intenso ritmo inversor que acumula el Estado en los últimos años. Las empresas públicas encargadas de construir y gestionar la red ferroviaria, Adif y Adif AV, cerraron el ejercicio 2023 con un récord histórico en inversiones: 3.404,3 millones de euros, un 41% más que lo destinado a lo largo de 2022.
El ejercicio de mayor producción y actividad de su historia se tradujo en 1.974,5 millones para nuevas líneas de alta velocidad y actuaciones en la red ya existente, un 27% más que el año previo. Los restantes 1.429,8 millones fueron destinados a la red convencional, un valor que prácticamente duplica el de 2022 y que supone máximo histórico.
Detrás de estas cifras se encuentran dos hechos clave: la ejecución de los fondos europeos, canalizados a través del Mecanismo de Recuperación puesto en marcha por el Gobierno; y el esfuerzo inversor del propio Estado, que pese a que este ejercicio ya no dispondrá del maná comunitario, mantendrá sus compromisos para que la red ferroviaria siga con su actualización. Los planes estatales contemplan inversiones por valor de 4.600 millones de euros para los ejercicios 2024 y 2025.
La infinita lista de actuaciones
En la red de alta velocidad, prosiguen las obras para que los trenes rápidos lleguen hasta el País Vasco, Cantabria, Navarra, Extremadura o Almería, al mismo tiempo que se avanza en la conversión a ancho de vía estándar del Corredor Mediterráneo y se definen las actuaciones del Atlántico.
En el último año, la inversión fue acaparada por el corredor Murcia-Almería –que forma parte del Corredor Mediterráneo–; y por la Y Vasca, que conectará Burgos con Vitoria, Bilbao, San Sebastián y permitirá llegar a la frontera francesa. También prosiguen las obras para actualizar la ruta Madrid-Extremadura, cuyo tramo extremeño fue electrificado a finales de año a la espera de que se resuelva el paso por la provincia de Toledo. Asímismo, avanzan las obras para acelerar la llegada del tren a Santander y Pamplona; y en los próximos meses se definirán las actuaciones de integración del ferrocarril en Gijón y Logroño, descartado ya el soterramiento de Valladolid.
Al mismo tiempo, Adif AV ejecutó un montante de 380 millones de euros en sus líneas en explotación. La mayor parte de este volumen fue destinado a la línea Madrid-Sevilla, inaugurada en 1992 y que tras treinta años en explotación requería de sustanciales obras para adaptarse a los nuevos estándares y a la llegada de la competencia.
Para adaptarse a la demanda creciente de viajeros vinculada a la liberalización de los servicios y la llegada de nuevos operadores, se están reformando las grandes estaciones de Madrid: Puerta de Atocha, que contará con una nueva estación pasante al invertir 451 millones; Chamartín, llamada a ser el centro de la red con una renovación de 326 millones ampliable hasta 1.000 millones hasta 2030; y Atocha Cercanías, cuyo sistema de gestión cambiará para dar respuesta a los retos de esta red, la de más tránsito en el país. Una operación similar se ejecutará en Barcelona, con la puesta en servicio de La Sagrera, en la que se invertirán 1.269 millones para convertirse en la “estación de estaciones”; y la reforma de Sants, cuantificada en 176 millones. También otras estaciones como Valencia, Irún, A Coruña, Ourense o Valladolid serán reformadas para mejorar sus prestaciones.
En la red convencional las actuaciones se cuentan por decenas, vinculadas a la transformación de corredores para ofrecer mejores tiempos de viaje a los viajeros y aumentar los tráficos de mercancías para llegar a ese objetivo nacional de que el 10% de la carga sea transportada por tren, frente al pírrico 3% actual. A los planes de Cercanías en marcha en Madrid y Cataluña hay que sumar la renovación de líneas como la Huesca-Canfranc, Zafra-Huelva, Zafra-Los Rosales (Sevilla), Soria-Torralba. También se está procediendo a mejorar las conexiones con Portugal en las rutas Medina del Campo-Salamanca y Mérida-Puertollano.
Más allá de las actuaciones de la administración central, las comunidades autónomas y algunas entidades locales también tienen en marcha sus propios proyectos ferroviarios. Es el caso de la Comunidad de Madrid, que tiene en marcha las ampliaciones de su red de Metro, donde destacan la extensión de la línea 11 hacia el este de la capital, la creación de una nueva línea para Madrid Nuevo Norte u las expansiones de las líneas 3 y 5 hacia Getafe y el aeropuerto de Barajas.
También Cataluña sigue adelante con las actuaciones en la extensión de la red de Metro de Barcelona, con hasta 946 millones de euros previstos para finalizar la línea 9. Al mismo tiempo, continuará mejorando su red regional de ferrocarriles, gestionada y operada por FGC, con otros 900 millones comprometidos hasta 2030.
En Andalucía está en marcha la extensión de la línea 3 del Metro de Sevilla, valorada en 1.300 millones de euros, y que contarán con una aportación adicional del Estado para que esté a tiempo en el año 2030; a lo que hay que sumar la ampliación del Metro de Granada. Y en menor escala, la Comunidad Valenciana también prosigue con las obras para mejorar su red FGV, con la ampliación del Tram de Alicante hasta la estación intermodal, a la espera de definir el tranvía de la Costa que se planificó para unir Gandia y Denia.
El Estado continúa adelante con las obras pese a que el ‘maná’ de los fondos europeos llegó a su fin