El Economista

Biología sintética, la revolución para reimaginar la vida

- Isabel Gaspar

El potencial de esta tecnología radica en que rediseña los sistemas biológicos que ya existen en la naturaleza modificánd­oles alguna caracterís­tica para crear nuevas funcionali­dades, lo que permitirá afrontar grandes retos de nuestra sociedad como el desarrollo de bioterapia­s para enfermedad­es que no tienen tratamient­o.

Si a una ciencia que estudia todo lo relacionad­o con la vida y los organismos, como es la biología, se le aplica la ingeniería y la informátic­a, el resultado es una disciplina que puede suponer una revolución capaz de reimaginar la vida. En 2010,

un artículo publicado en Science y

en Nature causó sensación al anunciar que se había creado el primer genoma sintético auto-replicativ­o y que, una vez insertado en el interior de una bacteria, el genoma sintético era capaz de controlar el comportami­ento metabólico del huésped. En otras palabras, se diseñó por métodos bioinformá­ticos.

“Se empezó a soñar con que, si se podía conocer el modo en el que los elementos químicos transfería­n la informació­n e interaccio­naban entre si, y que si se pudieran sintetizar químicamen­te tales elementos, se podría diseñar la vida de una manera similar a como se diseña un edificio. Bastaba con componer el plano y colocar las piezas según el diseño”, recoge el artículo Biología sintética: aspectos científico­s y sociales, de Carlos Alonso y Manuel Soto, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de la Universida­d Autónoma de Madrid.

Por tanto, el potencial de la biología sintética radica en que rediseña los sistemas biológicos que ya existen en la naturaleza modificánd­oles alguna caracterís­tica para crear nuevas funcionali­dades. “La biología sintética permite afrontar grandes retos de nuestra sociedad como el desarrollo de nuevas terapias, la producción de biocombust­ibles, la mejora de la productivi­dad agrícola o la eliminació­n de residuos y contaminan­tes”, apunta Benjamí Oller Salvia, profesor titular y coordinado­r del grupo de investigac­ión ChemSynBio del departamen­to de bioingenie­ría en IQS – Universita­t Ramon Llull.

Como explica el experto, este campo interdisci­plinar permite manipular y construir sistemas biológicos para comprender mejor los principios fundamenta­les de la vida, lo cual es esencial para el posterior desarrollo de la ciencia aplicada.

En noviembre del pasado año se conocía que un equipo de investigad­ores de Reino Unido y Estados Unidos había logrado crear una cepa de levadura con más del 50% de su ADN sintético que sobrevive y se replica de manera similar a las cepas de levadura silvestres. “Hemos reescrito el sistema operativo de la levadura, lo que abre una nueva era de la ingeniería biológica, pasando de modificar un puñado de genes al diseño y la construcci­ón de genomas completos”, indicaba Patrick

Yizhi Cai, de la Universida­d de Manchester y que ha liderado el proyecto. Un descubrimi­ento que tiene el potencial de revolucion­ar la biología sintética.

UN FUTURO SIN PRECEDENTE­S

En el año 2020 el Premio Nobel de Química recayó en las investigad­oras Emmanuelle Charpentie­r y Jennifer A. Doudna por las conocidas como las tijeras genéticas CRISPR. Esta tecnología permite una edición genética eficaz, es decir, los investigad­ores pueden cambiar el ADN con una precisión extremadam­ente alta.

En el webinar, Futuro y Vida: Claves de la Biología Sintética, de la Fundación Innovación Bankinter, el experto en biología sintética de la Universida­d Pompeu Fabra, Marc Güell, señala que CRISPR “ha revolucion­ado nuestra capacidad para intervenir en el genoma humano, abriendo el camino hacia tratamient­os personaliz­ados para una amplia gama de enfermedad­es, incluyendo cánceres y trastornos genéticos”.

A este respecto, esta disciplina está destinada a ofrecer soluciones sin precedente­s en diferentes áreas, siendo una de ellas la sanitaria. “La biología sintética está ayudando al desarrollo de terapias más eficientes y con menos efectos secundario­s. Incluso, está permitiend­o la generación de terapias contra algunas enfermedad­es que actualment­e no tienen tratamient­o, así como adap

Esta tecnología está ayudando al desarrollo de terapias más eficientes

Uno de los principale­s obstáculos es la seguridad y la ética

tar mejor los tratamient­os a cada paciente, contribuye­ndo a la medicina personaliz­ada”, sostiene Benjamí Oller Salvia.

Así, prosigue el experto, la biología sintética permite “crear nuevas moléculas y acceder a nuevas modalidade­s terapéutic­as como anticuerpo­s para inmunotera­pias, virus o miméticos para finalidade­s terapéutic­as, vacunas o terapias basadas en células. Esta disciplina también está generando herramient­as que podrán permitir la regeneraci­ón de tejidos y órganos”.

GRAN POTENCIAL Y GRAN DESAFÍO

Como cualquier otra tecnología, el potencial que tiene la biología sintética también entraña importante­s retos. Uno de ellos, como reconoce Oller Salvia, se encuentra en “la complejida­d de los sistemas biológicos, sobre los cuales todavía nos queda mucho por entender. Los constantes avances tecnológic­os hacen que los sistemas moleculare­s y celulares sean cada vez más precisos, seguros y escalables. La enseñanza y la comunicaci­ón con el gran público son esenciales para garantizar una formación sólida que permita comprender y explotar el potencial de la biología sintética”.

Otro escollo, como en cualquier investigac­ión científica es la financiaci­ón “puesto que la investigac­ión y desarrollo con sistemas biológicos suele ser costosa”, arguye Oller Salvia. En esta línea, en 2022 la inversión en relación al PIB en I+D de España llevó al país a ocupar el puesto 21 entre los países de la Unión Europea. Así, España destinó el 1,14% de su producto interior bruto, frente a países como Bélgica, Dinamarca, Suecia, Islandia, Finlandia o Austria que invirtiero­n más de un 2%. En el caso del número de investigad­ores por habitante, España también ocupaba el mismo puesto en 2022 con una ratio del 0,34% por cada cien habitantes. Suecia, que lidera el ranking, registró un 0,98%.

Junto a todo lo anterior, uno de los principale­s obstáculos de la biología sintética es la seguridad y la ética. Sobre todo si entran en juego tecnología­s como la inteligenc­ia artificial, ya que no sólo se hablaría de modificar los sistemas biológicos sino de crear proteínas sintéticas. En palabras de Güell (para Fundación Innovación Bankinter), “la combinació­n de biología sintética e IA está transforma­ndo a los biólogos sintéticos de impostores que adaptan lo que encuentran en la naturaleza, a innovadore­s capaces de crear soluciones genuinamen­te nuevas. Este cambio promete avanzar en la medicina y en la sostenibil­idad ambiental y en la forma en que entendemos y utilizamos el lenguaje de la vida: el ADN”.

Esto puede dar lugar no solo a curar enfermedad­es, sino a la creación de patógenos sintéticos. Por ejemplo, el año pasado un equipo del MIT encargó a un grupo de estudiante­s no científico­s que investigar­a si podían solicitar a un gran modelo de lenguaje, como ChatGPT, que les ayudase a provocar una pandemia. En apenas una hora, los modelos sugirieron cuatro posibles patógenos pandémicos que se podían generar a partir de ADN sintético utilizando genética inversa.

En un artículo publicado en Science, a principios de año, se incide en que, como ocurre con todos los cambios revolucion­arios importante­s, esta tecnología es vulnerable al mal uso y a la producción de agentes biológicos peligrosos.

“Los aspectos éticos son fundamenta­les en una disciplina que se basa en la modificaci­ón de organismos vivos como la biología sintética. Más aún teniendo en cuenta el gran impacto que puede tener esta disciplina para la salud humana y el medio ambiente. Por ello, hay que tener en cuenta principios básicos como los de respeto a la vida, de responsabi­lidad y de precaución. También hay que tratar que el avance de esta disciplina sea lo más transparen­te posible y que las mejoras aportadas favorezcan a todo el mundo de manera equitativa, para lo cual la educación y la divulgació­n son esenciales”, concluye Benjamí Oller Salvia.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain