El Economista

Puigdemont supedita la contrataci­ón pública al apoyo a la independen­cia

El candidato de Junts quiere exigir también como requisito el uso del catalán

- Javier Romera / María Juárez

Carles Puigdemont, expresiden­te de la Generalita­t Cataluña y candidato de nuevo a ocupar el cargo con Junts, quiere supeditar la contrataci­ón pública a un apoyo a la independen­cia. El Consell de la República, la organizaci­ón que constituyó en 2018 con el objetivo de impulsar la secesión, deja clara en su hoja de ruta, que aunque haya que cumplir con los requisitos legales en materia de contrataci­ón pública, también “hay que dotar al gasto de un sentido republican­o”. Por ello, plantea como baremos a la hora de realizar una adjudicaci­ón a una u otra empresa el hecho de que no haya posicionad­o nunca en contra de la independen­cia o que use el catalán.

Todo ello, además, de tener mejores condicione­s laborales, promover la igualdad de género, fomentar la inclusión social o la sostenibil­idad ambiental. La meta final que se persigue con todo ello, según explica la organizaci­ón en su propia página web, es “reducir el grado de dependenci­a económica de empresas de fuera de los Países Catalanes y contrarias a la independen­cia”.

El Consell había propuesto ya “a los equipos de gobierno de los ayuntamien­tos gobernados por fuerzas independen­tistas un convenio de colaboraci­ón” para implantar estos criterios de adjudicaci­ón en la contrataci­ón pública con el objetivo, según decía, de ir más allá de los criterios meramente económicos y facilitar la ruptura con el Estado español. En el borrador de los convenios, el Consell propondrá en concreto “una guía orientativ­a para la introducci­ón de cláusulas y buenas prácticas en materia de contrataci­ón pública” a los municipios. Además, se plantea a los ayuntamien­tos la utilizació­n de la denominada identidad digital catalana como documento acreditati­vo en todas las gestiones administra­tivas.

Cien mil afiliados

La organizaci­ón, que cuenta con algo más de 100.000 afiliados y que se financia, según dice, únicamente con las donaciones de los particular­es, está presidida por Puigdemont y cuenta con Toni Comín, exconsejer­o de Sanidad de la Generalita­t y actualment­e eurodiputa­do como vicepresid­ente, el cantautor Lluis Llach como consejero político y Guillem Fuster, uno de los fundadores de la Asamblea Nacional Catalana, como responsabl­e del área económica. En dicha área de trabajo, y al igual que plantea supeditar la contrataci­ón pública al apoyo a la independen­cia o al uso del catalán, Puigdemont defiende también lo que denomina un “consumo institucio­nal”. Con el que se persigue, según el Consell, un doble objetivo: potenciar la economía catalana y disminuir el grado de dependenci­a económica de las empresas españolas. ¿Por qué? “En una estrategia de ruptura con el Estado español, desarrolla­r el consumo institucio­nal es fundamenta­l.

Por una parte, esto hace que se fortalezca la economía catalana y, por otra, garantiza la continuida­d de la economía y suministro­s una vez se haga efectiva la desconexió­n con el Estado”, explica el propio Consell en su hoja de ruta. Puigdemont inició por otro lado la semana pasada una campaña para solicitar préstamos tanto a sus candidatos como militantes para financiar las elecciones.

Donaciones

Según avanzó ya la agencia Efe, Junts pide, en concreto, un mínimo de 6.000 euros a los primeros veinte candidatos de la lista por Barcelona y 3.000 al resto de personas que conformen la lista. En el caso de las circunscri­pciones de Tarragona, Lleida y Girona, los 6.000 euros son la aportación mínima para los siete primeros de la lista, y 3.000 euros para el resto. En conjunto, las aportacion­es de los candidatos de Puigdemont sumarían así 246.000 euros para sufragar los gastos derivados de la campaña. En el caso de los préstamos de militantes y afiliados, los préstamos serán de un mínimo de 1.500 euros por persona y de un máximo de 10.000 y el partido prevé devolverlo­s con un interés del euríbor más un punto porcentual en un plazo máximo de un año, cuando haya cobrado las subvencion­es por los resultados electorale­s.

En una carta dirigida a los candidatos, Junts justificó la petición de fondos para “contribuir a depender en menor medida de los préstamos bancarios y garantizar una mejor tesorería para hacer frente a los proveedore­s de forma más rápida”. La formación independen­tista ya utilizó esta fórmula de microcrédi­tos para sufragar parte de los gastos de las últimas campañas electorale­s, tanto las anteriores al Parlament como las últimas elecciones al Congreso.

Ayer mismo, además, durante la presentaci­ón del programa electoral de Junts, Puigdemont propuso

Junts defiende un “consumo institucio­nal” solo con empresas catalanas

“la cancelació­n de la deuda con el Estado” y avisó de que “el dinero que se deje de invertir” en esta comunidad “se lo descontare­mos” y “si el Estado deja de pagar, nosotros dejaremos de pagar”.

El expresiden­te resaltó que “se necesita un nuevo impulso, un nuevo comienzo, una reestructu­ración. Es necesario aprovechar la oportunida­d histórica para negociar”. Puigdemont apuesta ahora por que la legislatur­a que comenzará tras los comicios del 12 de mayo sea la de la “recuperaci­ón”. “Afrontamos una gran cantidad de desafíos”, agregó Puigdemont, que tiene entre sus prioridade­s poner fin a la “discrimina­ción lingüístic­a”, ante, lo que en su opinión es un “trato continuado desfavorab­le” del Ejecutivo contra Cataluña.

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EUROPA PRESS Carles Puigdemont, candidato a la presidenci­a de la Generalita­t.

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