A FOLLARSE A LA TROPA

MORENÉS, MÁS DE ANAL

Bien es sabido que el mayor gozo de la cúpula militar es follarse a la tropa, a los que consideran poco menos que esclavos, carnaza para sus juegos de guerra. Importa un comino darles bien de comer, prepararles en condiciones o pagarles como corresponde. Lo que importa es joderles. Y cuanto más, mejor. En esa tradición, sería bueno recordar los gustos de los últimos tres ministros. Morenés, que fue de los más activos, gustaba mucho de darles por el culo mientras vendía armas a tutiplén y rezaba. También tenía cierta querencia por las sotanas, de ahí que dejara un agujero millonario en su fundación.

COSPEDAL, EL SADO

Cospedal siempre tuvo predilección por el sado. Lo suyo era joder a los militares a lo bestia, por eso puso como segundo de su cargo a un homófobo y fascista como Agustín Conde. Ella siempre fue más del látigo, las botas altas, los azotes y los uniformes nazis. Azotó a los militares todo lo que pudo y más, motivo por el que durante su mandato las protestas militares se acrecentaron como nunca. Y ella excitada perdida solo gritaba: “¡Más, más, más...!” y no era al fulano que le atizaba a los discos duros de Bárcenas.

MARGARITA, LA MADURA DEL ORAL

Margarita, en cambio, ha sido más de joder a los militares de forma más cariñosa y sutil. Por eso es del PSOE. Ella, de naturaleza genuflexa, pues tenga las ideas que tenga se arrodilla si le pagan, cuando jode a los militares lo hace más a lo socialista. A lo traidor. No entra como Morenés y les abre el culo en canal o como Cospedal que les azota como si no hubiera mañana con su uniforme nazi, sino que ella es más del oral previa promesa de pago. Por eso prometió a la tropa temporal que paralizaría su despedido en febrero de 2018 y seis meses después, ya ministra, les dijo que, por las cosas de la edad y del socialismo, muchas gracias por el oral y encantada de repetir. Curiosamente, los militares no se han sentido más jodidos nunca.