POR SIEMPRE NUESTRA

Después de 16 años viviendo en esta casa por fin han podido renovarla. Lo han hecho conservando su esencia clásica pero dándole un aire más atemporal y joven. ¿La clave de la transformación? Poca reforma, pero mucho cambio.

CuandoCuando Dolores y su marido llegaron a este piso hace casi 16 años, ya tenían dos hijos y ella estaba embarazada del tercero. Hoy, que la cuarta y más pequeña ya tiene 13 años, por fin ha podido ponerse con una asignatura pendiente. "Entonces no tenía tiempo para reformar, pero no me identificaba con el color de la casa, había mucha madera oscura", nos cuenta. ¡Cómo no entenderla!, ¿quién no ha ido aplazando un cambio? "Hacía tiempo que quería actualizarla, pero siempre de

cía que tenía que encontrar a la persona adecuada". Y esa fue la interiorista Elena Eyre. La decoradora captó la esencia: "Había una buena base, como las boiseries y librerías, pero eran de un nogal muy oscuro". Apostó por pintarlas de gris y éste se convirtió en el hilo conductor de toda la casa: las paredes, las puertas e incluso algunos muebles antiguos se han iluminado e igualado en este tono.

Aunque asumió que los dueños querían una mínima intervención, tuvo que animarlos a ir un paso más allá. "No pensábamos cambiar el suelo, pero Elena nos convenció y fue un acierto". Sobre el estropeado parqué

original, hay ahora una tarima que imita al roble, la misma en toda la casa. "Incluso la hice subir por la pared del comedor", prosigue la decoradora, que diseñó detrás de la mesa dos altísimos armarios que guardan la vajilla separados por esa estructura de tarima, con una balda y cajones.

"El comedor es mi lugar favorito", confiesa la propietaria, "porque resulta íntimo pero no aislado". Y es que Elena enteló las puertas correderas con un lino gris entre los cristales: es práctico y bonito. El dormitorio principal también es encantador: "La pared del cabecero tiene papel pintado del mismo gris que las paredes para un toque cálido", nos aclara la decoradora. Toda la casa es así de cálida, perfecta para amarla para siempre.

EN EL CABECERO

Cuadros de Sacum y de Conchita Plasencia. Maceta y planta de Jardiland, flores de Colvin. Alfombra de Papiol.

DORMITORIO INFANTIL

Literas de Nou Paris, ropa de cama y guirnaldas de Filocolore. Escritorios de Ikea. Sillas de Coton et Bois. Lámparas de Sacum.

Elena Eyre y Dolores S. INTERIORISTA Y PROPIETARIA

RECIBIDOR Alfombras de Papiol, consola de Merc & Cia, lámpara heredada y plantas de Jardiland. EN EL SALÓN Sofás de Gómez del Pulgar. Mueble de hierro diseño de Elena Eyre. Mesa auxiliar de La Maison con lámpara de Coton et Bois. Cortinas de Angelina de Pepas.

EL COMEDOR Mesa de herencia y restaurada, sillas de Little House. Lámparas de Other Lamps. EN LA MESA Mantel, platos y ensaladera de Conchita Plasencia. Individuales de Sacum. Flores de Colvin. TRAS EL COMEDOR Mueble diseño de Elena Eyre formado por armarios y una estructura con cajones hecha con la tarima.