LA CASA DESEADA
Esta casa no solo significaba un nuevo comienzo para Eva, sino su oportunidad para ser feliz. Si sumas reforma integral más decoración con mucho mimo, da como resultado un paraíso privado
Se enamoró de esta casa nada más verla y después de una reforma integral y una decoración muy cuidada puede decir que es su auténtico paraíso privado.
AlaAla quinta va la vencida. Y es que Eva ha tenido que pasar por cinco casas para sentirse, ¡por fin!, a gusto en su propio hogar. "Esta casa me recupera. El feeling y la magia que me transmiten no lo había sentido nunca. ¡Estoy tocando la felicidad con la punta de los dedos!", comenta esta propietaria. Pero el camino hasta aquí no ha sido fácil. Empezando por dar con la casa. "Cuando me puse a buscar, fue la pri-mera pri-mera que vi. Pero cuando quise ir a verla me dijeron que los propietarios se habían echado atrás. Imagina mi decepción. Me pasé un año buscando sin parar... y nada. Estaba a pun
to de renunciar, pero me di una última oportunidad. ¡Y ahí estaba la casa otra vez! Llamé, la fui a ver y con solo poner un pie en el jardín lo tuve claro: 'Me la quedo', les dije. ¡Creían que bromeaba! Yo había sido la segunda visita... Ahora estoy convencida: esta casa tenía que ser para mí". Con las llaves en el bolsillo, tocaba hacer obras. De la reforma se encargaron el arquitecto Luís Martín Fabregat y APS construcciones, y la decoración corrió a cargo de la decoradora de Vestir tu Casa y estilista de El Mueble, Sol van Dorssen. "Estuve tentada de dejar la casa tal cual, porque estaba monísima. Pero la distribución no funcionaba. Es
taba muy compartimentada: con la cocina cerrada, sin apertura al jardín, y con una escalera de caracol que era para matarme", resume Eva. De hecho, la escalera fue el motor del cambio. Al moverla, toda la planta principal se redistribuyó. Y así fue como ella y su familia ganaron una zona de día amplia y diáfana, con la cocina abierta y el comedor integrado en la isla. Una vez hecha la cocina, "era demasiado neutra. Nos quedó muy minimalista. Fue Sol quien le dio la calidez y el encanto que tiene ahora". ¿Cómo? "Vistiéndola y compensando tanto blanco. Con las cortinas, los taburetes, los complementos y la lámpara de fibras, que nos encantó y la compramos incluso antes de que llegara la mesa. Nos arriesgamos, porque podía verse desproporcionada, pero al final le va genial al espacio", asegura la estilista de El Mueble.
"¿El encanto de esta casa? Es cosa de Sol. Porque la arquitectura te da la funcionalidad, la luz, los espacios... Pero ella le dio esa calidez que tanto había buscado sin éxito". ¿Y cómo
BLANCO, MADERA Y FIBRAS SON EL TRÍO GANADOR DE UNA CASA ACOGEDORA
llegó Sol al proyecto? "Por casualidad. casualidad. Fue a través de su marido, nos conocíamos de unas clases y charlando charlando me dijo que Sol era decoradora. Me animé a conocerla ¡y conectamos de inmediato!".
Pero cuando Sol se sumó al proyecto proyecto la reforma ya estaba casi terminada: "Aunque tuve que adaptarme a la obra, lo bueno es que hicimos la decoración toda nueva, porque Eva no quería recuperar nada de su antigua casa", explica la estilista, que destaca la importancia de los materiales en este proyecto: "Hierro, madera, lino, lana... Todo es muy natural. Incluso los colores. Queríamos que la casa
fuese alegre, relajada, con materiales de calidad pero para usarse. Es una casa para vivirla".
Este punto práctico lo vemos también en la suite, que cuenta con un completo vestidor y el baño. Precisamente, para que disfrutaran de más intimidad, los ocultaron tras la pared del cabecero. "Sol me propuso cambiar la orientación de la cama para que mirara a la ventana: ahora abro los ojos y veo las montañas". ¡Vaya acierto! Como la transformación del distribuidor entre las habitaciones. "Era un espacio desaprovechado y ganamos una zona más. Es multiusos, con una mesa de trabajo que sirve de despacho y un sofá para relajarse", cuenta Sol. ¡Y la de horas que Eva y sus tres hijas pasan aquí! "En la otra casa teníamos un sofá enorme y nunca coincidíamos. Ahora nos apretujamos aquí las cuatro. Ya lo dicen mis hijas: 'mamá, estamos en el paraíso'. ¡Sol es la persona que me ha hecho más feliz!", nos confiesa Eva entre carcajadas. Nos despedimos y le damos la razón: esta casa está llena de buen feeling.
DETRÁS DE LA CAMA, SE ESCONDE EL BAÑO Y UN CÓMODO VESTIDOR