VE HACIA LA LUZ: DISTRIBUYE PENSANDO EN ELLA
La luz natural amplía. Por eso, estudia bien la posición de las ventanas para intentar que la luz viaje de una zona a otra de la casa. Elimina las puertas en pro de pasos abiertos o apuesta por diseños acristalados que dejen pasar la luz. Las correderas ayudan a optimizar al máximo el espacio sin ocupar más de lo necesario. Aprovecha la luz y sitúa la zona de día, aquella donde hacéis más vida, cerca de las ventanas. ¿Un truco? Pon estores o cortinas blancos que refuercen la luz y deja que las vistas luzcan. Si dejas las ventanas despejadas, tu casa parece crecer. Pega los muebles más voluminosos al perímetro. El espacio parecerá más grande. Si debes colocar un sofá bajo la ventana, escoge uno de respaldo bajo y, a ser posible, de colores claros. Evita ponerlo de espaldas a la entrada del salón.
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