UNA VIDA ECO
Esta finca con vistas a la sierra de Gredos está pensada para ser sostenible y disfrutarse todo el año. Tiene varias zonas al aire libre y un salón lleno de encanto
Esta casa rústica de nueva construcción en la sierra de Gredos está pensada para ser sostenible y familiar y disfrutarse todo el año.
EnEn Toledo, pero entre Extremadura y Ávila y con unas vistas espectaculares a Gredos, esta casa rústica es de nueva construcción y pone el acento en la comodidad, en la vida familiar y la ecología. “Que-ríamos “Que-ríamos una casa respetuosa, que pasara inadvertida en el paisaje. Por eso se hizo de cubierta plana, tapada por enredaderas que dan frescura en verano y en invierno se deshojan para que el sol caliente el interior, y con fachadas del color de los alcornoques cuando se descorchan. Tenemos placas solares, la calefacción es con leña de la finca y se cría carne orgánica de la raza wagyu y angus”, nos cuenta Javier,
el propietario de la casa, que se puede alquilar a través de Wishome.es.
“No soy arquitecto ni paisajista, pero me encanta todo lo que tenga que ver con la casa”, nos dice humilde cuando nos sorprenden sus conocimientos: él mismo diseñó la vivienda y el jardín.“Traté de crear un vergel entre alcornoques, fresnos y encinas”, confiesa. “La construimos hace 15 años y la actualizamos hace dos, junto a las decoradoras de Dorotea Estudio”, explica. ¿Su anhelo? “A las casas de campo se viene a disfrutar del aire libre, por eso pusimos varias zonas de exterior. Una de las que más disfrutamos es el comedor bajo la pérgola de cañizo y también del salón chill out rodeado de hiedra en el porche de piedra”,
nos cuenta Javier. Por cierto, fue su obsesión por las casas menorquinas lo que le hizo buscar esas piedras calizas: “Tuvimos mucho debate acerca de si resistirían el clima de esta zona, pero las cubrimos de la enredadera ampelopsis que por suerte ha hecho envejecer las rocas rápido y muy bien”, comenta.
Ese mismo muro de piedras está en el salón interior. Aunque interior no es la palabra exacta: “Toda la casa está pensada para que desde cualquier punto puedas ver el otro lado del jardín a través de los ventanales. Y los del salón además se pueden abrir completamente, de modo que la zona de estar se convierta en un porche enorme”, nos explica Javier. “Somos una familia muy grande, así que
dibujamos unas zonas comunes muy amplias”, recalca. Por eso el salón tiene varias zonas alrededor de un gran estar, con sofás de rayas crudas y blancas frente a la chimenea. “Teníamos dos sofás de otras casas y los llevamos a retapizar a Sito, en Talavera de la Reina, y quedaron tan bien que le encargamos el tercero”, prosigue. También encargaron a un carpintero local la mesa del comedor, un súper espejo que pusieron apoyado a su lado y las tres baldas voladizas que sirven como estantes. “Todas son piezas de pino tratado con aceite para dar calidez”, nos comenta Javier. Aunque la madera de la casa es el roble que, en forma de grandes tablones, cubre el suelo, las escaleras, las columnas... “Hasta la mesa de la cocina la hicieron con el roble que so