Mensaje de Pascua del rey Carlos, convaleciente
La reina Camila sustituye al soberano en la tradicional misa de Jueves Santo
El rey Carlos III ensalzó el valor de la «amistad» en su mensaje de Pascua, grabado en el Palacio de Buckingham y emitido ayer por la mañana durante una ceremonia en la catedral de Worcester presidida por su mujer, la reina Camila. Se trata de la primera intervención pública del monarca británico desde que dio a conocer su diagnóstico de cáncer a principios de febrero.
«Jesús dio un ejemplo de cómo servir y cuidar los unos de los otros», subrayó el rey Carlos en su breve intervención. «Como nación, necesitamos y nos beneficiamos grandemente de aquellos que nos extienden la mano, especialmente en tiempos de necesidad».
El monarca, de 75 años, evitó un una referencia explícita a su propia enfermedad, pero reiteró el lema con el que asumió la Corona tras la muerte de su progenitora, la reina Isabel II, en septiembre del 2022, a modo de declaración de intenciones para su vuelta a la arena pública: «Estoy para servir, no para ser servido».
Pese a la suspensión temporal de su agenda mientras dura el tratamiento no especificado al que se está sometiendo, Carlos III reaparecerá presumiblemente pasado mañana, Domingo de Resurrección, en un acto bautizado como Eastern Lite, con la presencia reducida de invitados –entre ellos varios miembros de la familia real– en la capilla de San Jorge, en Windsor, la misma en la que por ejemplo se casaron Harry y Meghan.
Por su parte, los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, que
pasan las vacaciones con sus hijos George, Charlotte y Louis en la residencia de Anmer Hall, en Norfolk, se ausentarán de la cita familiar. Tras el reciente mensaje de Kate reconociendo su propio diagnóstico de cáncer y el tratamiento con quimioterapia preventivo, la familia ha decidido «aislarse del mundo» para escapar de la presión mediática,
Fue su primera intervención pública desde que tiene cáncer
El monarca reaparecerá este próximo Domingo de Resurrección
según reconoció a The Times un asesor cercano a la Casa Real.
Aunque no se descarta alguna aparición fugaz, Guillermo ha dejado de hecho en suspenso sus actos públicos hasta el 17 de abril, cuando terminan las vacaciones de sus hijos. Hasta entonces, el peso de Monarquía de cara al público seguirá recayendo en la reina Camila, que
el miércoles se dejó fotografiar a su paso por Shrewsbury con el cartel de varios ciudadanos que decía Send Our Love to Kate (Envía nuestro amor a Kate).
Camila reemplazó ayer a Carlos III como máximo representante de Iglesia de Inglaterra en el acto religioso del Jueves Santo, conocido como Royal Maundy, una tradición que se remonta a 1662 cuando Carlos II repartió monedas entre los necesitados. El acto, que conmemora la última cena de Jesucristo, ha sido puesto al día con la entrega simbólica de monedas a 75 mujeres y 75 hombres (tantos como años tiene el monarca) destacados por su servicio a la comunidad.
Camila llegó en helicóptero al filo del mediodía y fue recibida a la entrada de la catedral por el obispo de Worcester, John Inge. Más de un millar de personas aclamaron a la reina a su llegada al templo, aunque hubo también una presencia destacada de militantes del grupo Republic, que aboga por la supresión de la institución, vestidos de amarillo.
«Sentimos realmente el diagnóstico de cáncer de Carlos y de Kate», declaró el director ejecutivo de Republic, Graham Smith. «Pero a diferencia de los monárquicos, no identificamos a la familia con la institución. Esta campaña está basada en principios, política y reforma. Seguiremos protestando mientras tengamos Monarquía».