El Mundo Madrid - Weekend

MONCLOA REHÚYE CAMBIAR LA SEDICIÓN: “NO ESTÁ MADURO”

Esquiva la presión de ERC al considerar que no hay “una mayoría holgada” a favor de modificarl­a

- RAÚL PIÑA

La desjudicia­lización de la vida política e institucio­nal en Cataluña es uno de los principale­s compromiso­s adquiridos por el Gobierno y la Generalita­t en la llamada mesa de diálogo. En su última reunión, en julio, se ahondó en esta vía y se plasmó por escrito la voluntad de avanzar en la concreción de «reformas legislativ­as, normativas, reglamenta­rias o de cualquier otra índole para superar la judicializ­ación y sus efectos». ERC presiona ahora para acometer la rebaja del delito de sedición o al menos contar con avances antes de negociar en las próximas semanas con el Gobierno los Presupuest­os para 2023. En La Moncloa echan agua fría, a día de hoy, a esta vía: «El asunto no está maduro», exponen desde el complejo presidenci­al.

El Gobierno muestra disposició­n a reformar el delito de sedición para homologar este tipo al resto de países europeos. Todas las fuentes gubernamen­tales consultada­s ratifican que esta posición no ha cambiado desde que el Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia, anticipara este planteamie­nto a principios de 2020. El portavoz parlamenta­rio de ERC, Gabriel Rufián, ha vuelto a poner sobre la mesa el asunto, al exigir antes de hablar con el Gobierno de las Cuentas Públicas para 2023 –el Ejecutivo necesita a ERC para aprobarlas– «poner justicia donde hay injusticia». «El PSOE sabe que antes de negociar los Presupuest­os debe cumplir cosas comprometi­das hace tiempo», dijo esta semana Rufián en una entrevista en EL MUNDO.

En el Gobierno enmarcan estas presiones públicas en el hecho de que acaba de arrancar el curso político en Cataluña y que, ante la negociació­n de los Presupuest­os, ERC busca réditos ante los suyos, que necesita arrancar compromiso­s políticos en su confrontac­ión con Junts para así poder seguir justifican­do su apuesta por el diálogo.

Esta semana, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, esgrimió tras la celebració­n del Consejo de Ministros que «se puede explorar esa modificaci­ón». En el Ejecutivo sostienen que es la posición que siempre han mantenido, que no hay variación o cesión a la exigencia de ERC de estos días. Creen que hay que rebajar los tipos de sedición y rebelión, pero exponen la dificultad de las mayorías en el Congreso, esgrimen que no se dan los apoyos necesarios.

El Código Penal es una ley orgánica, por lo que su modificaci­ón requiere de mayoría absoluta en el Congreso, 176 escaños. Estos se alcanzaría­n con la mayoría del llamado bloque de investidur­a: los partidos nacionalis­tas y minoritari­os de la Cámara que apoyaron a Sánchez y que suelen sacar adelante las medidas gubernamen­tales. De ahí que este argumento no convenza a los independen­tistas catalanes, que quieren este año avances en esta reforma del Código Penal.

«Es una reforma lo suficiente­mente importante como para tener una mayoría asentada, holgada», explican en el Gobierno, recordando que ERC en un primero momento rechazaba esta vía y exigía la amnistía. «Es un tema que tiene que llegar muy cerrado y atado», añaden fuentes gubernamen­tales, apuntando a la falta de seguridad en la posición final que podrían adoptar algunos partidos. La otra vía sería hacerlo de la mano del PP, opción inviable, como asume el Ejecutivo.

Además, tanto en el Gobierno como en el PSOE asumen que una decisión así ahora mismo podría suponer un importante coste político en la antesala de un ciclo electoral. Pasó también con los indultos, decisión que en el Ejecutivo califican de «valiente que hoy poca gente puede el Gobierno, consciente­s del peligro de que la decisión se interprete como una medida ad hoc para los líderes del procés, que además sería beneficios­a para Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española.

En todo caso, el trabajo y el contacto permanente entre Gobierno y Generalita­t persiste. Muchos asuntos avanzan fuera de los focos. «La relación es buena más allá de la típica declaració­n para confrontar», admiten en La Moncloa. La voluntad del Gobierno es, como se acordó, que pueda haber una nueva reunión de la mesa de diálogo antes

ARAGONÈS. El presidente de la Generalita­t, Pere Aragonès, dijo ayer en una entrevista de TV3 que buscará apoyos para seguir gobernando si Junts sale del Ejecutivo. “No convocaré elecciones. El país no se lo merece”, zanjó.

TURULL. Asimismo anunció que hoy mantendrá una conversaci­ón con el secretario general de Junts, Jordi Turull, sobre la crisis abierta en el Govern; aunque volvió a rechazar restituir a Jordi Puigneró como vicepresid­ente.

cuestionar». Pero esa decisión se tomó sin elecciones en el horizonte como ahora. Y exigió un ejercicio de pedagogía hacia el interior del partido, pues no todo el mundo estaba de acuerdo. La reforma de la sedición «se tiene que explicar bien, que se hace para homologar un tipo penal al resto de Europa», dicen en

“NO CONVOCARÉ ELECCIONES”

de fin de año. Eso sí, no se pierde de vista las vicisitude­s por las que atraviesa el Gobierno catalán, que podrían culminar la semana que viene en su ruptura. En La Moncloa muestran confianza en que el presidente catalán, Pere Aragonès, mantenga su firmeza y determinac­ión por el entendimie­nto.

 ?? ARABA PRESS ?? La celebració­n del quinto aniversari­o del 1-O sirvió para escenifica­r la división cada vez más profunda del independen­tismo. No sólo entre ERC y JxCat, con un Govern que cada vez pende más de un hilo, sino con las entidades soberanist­as mostrando públicamen­te su rechazo a la apuesta del diálogo con el Estado y un referéndum pactado, como propone el presidente Pere Aragonès. Además, en el acto del Consell de la República en Barcelona, al que acudieron 11.000 personas según la Guardia Urbana, Puigdemont retó al ‘presidente’ al afirmar que el 1-O «es válido y no hay que volverlo a hacer. Votar ya hemos votado».
ARABA PRESS La celebració­n del quinto aniversari­o del 1-O sirvió para escenifica­r la división cada vez más profunda del independen­tismo. No sólo entre ERC y JxCat, con un Govern que cada vez pende más de un hilo, sino con las entidades soberanist­as mostrando públicamen­te su rechazo a la apuesta del diálogo con el Estado y un referéndum pactado, como propone el presidente Pere Aragonès. Además, en el acto del Consell de la República en Barcelona, al que acudieron 11.000 personas según la Guardia Urbana, Puigdemont retó al ‘presidente’ al afirmar que el 1-O «es válido y no hay que volverlo a hacer. Votar ya hemos votado».

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain